El Gobierno nacional adjudicó la construcción de tres obras de generación eléctrica por 506 MW, dos de las cuales recayeron en el íntimo amigo del presidente Mauricio Macri, Nicolás Caputo. La inversión se estima en no menos de 500 millones de dólares.
Central Puerto SA, de la que Caputo es uno de los principales accionistas, recibió los emprendimientos de las centrales obreras de Luján de Cuyo en Mendoza por 89 MW y San Lorenzo en Santa Fe por 317 MW. La empresa Generación Mediterránea SA se encargará de la obra en Arroyo Seco en Santa Fe por 100 MW y quedaron vacantes otros 22 proyectos a la espera de mejores precios, según informó el Ministerio de Energía.
Compañero del presidente Macri en el colegio Cardenal Newman, Nicolás "Nicky" Caputo fue el padrino de los tres casamientos del mandatario, que lo define como su “amigo del alma”.
Caputo participa de Central Puerto a través de la Sociedad Argentina de Energía S.A. (Sadesa), la segunda generadora eléctrica del país, que tiene también intereses en el eslabón de la distribución (controla casi un 35 por ciento del paquete accionario de Edesur). El presidente de Sadesa es Miguel Reca, otro amigo del mandatario que suele participar de los partidos de fútbol que organiza Macri con el equipo del Cardenal Newman.
El anuncio de las obras eléctricas adjudicadas hoy repercutió en las acciones de las sociedades que maneja Caputo: en la Bolsa porteña los papeles de Central Puerto subieron 5,43 por ciento, mientras Mirgor SA aumentó su cotización un 6,62 por ciento.
Desde que Macri accedió a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, las empresas de “Nicky” accedieron a obras en Capital por casi 1400 millones de pesos, de los cuales 61 millones fueron en carácter de contratos de urgencia. En 2016, ya con Macri en la Casa Rosada, Caputo Sociedad Anónima, Industrial, Comercial y Financiera registró una ganancia neta de 143,8 millones de pesos, 43 por ciento superior a la contabilizada en el ejercicio anterior. El año pasado se le adjudicó la obra civil del reactor de investigación RA-10 y este año sumó la construcción del sistema de almacenamiento en seco de combustibles de Atucha I, a lo que ahora se agregan las dos centrales eléctricas en Mendoza y Santa Fe.
Según la información a la que pudo acceder Página/12, Caputo además se benefició con el “Sinceramiento fiscal” lanzado por el gobierno de su íntimo amigo. El empresario blanqueó 465 millones de pesos, o 26,5 millones de dólares, que no tenía declarados en el país.