La provincia de Santa Fe fue uno de los territorios claves para la victoria de Javier Milei. El presidente electo consiguió 25 puntos de diferencia, imponiéndose en todos los departamentos de la provincia, y con victorias marcadas en las ciudades de Rosario y Santa Fe, pero principalmente en todo el cordón oeste. Desde el radicalismo santafesino evalúan que la prescindencia planteada por la cúpula dirigencial se tradujo en un voto masivo a Milei, mientras que desde el PRO entienden que hubo una intención marcada de “votar en positivo”. En tanto, en el peronismo el mensaje es de autocrítica por no haber podido resolver los problemas en materia económica que impactan en la población. “Más allá del gran trabajo de Massa y Rossi, es muy difícil pensar un triunfo con una inflación de casi 140% y con 40% de pobreza”, evaluó Ricardo Olivera, presidente del Partido Justicialista santafesino, en diálogo con Rosario/12.

Al igual que en las primarias y en las generales, la bota santafesina volvió a teñirse de violeta. Esta vez, imponiéndose en todos los departamentos, lo que permitió conseguir 1.278.243 votos (62,82%), contra los 756.388 (37,17%) cosechados por el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa. El candidato libertario logró imponerse en los grandes centros urbanos como Rosario, donde ganó en 20 de las 22 seccionales de la ciudad, así como también en Santa Fe, donde se impuso en 27 de los 32 circuitos electorales que tiene la ciudad capitalina.

Pero la mayor diferencia de votos estuvo en los departamentos de la franja oeste como Las Colonias (77,11%), San Martín (73,57%), Castellanos (73,48%), Belgrano (71,78%), Caseros (70,88%) y General López (70,68%). En toda la provincia, los números marcan que la prescindencia manifestada por la dirigencia del radicalismo se tradujo en un a migración mayoritaria de votos hacia Javier Mieli, que en el cordón oeste además se reforzó con un fenómeno similar entre los votantes del gobernador cordobés, Juan Schiaretti, que también había adoptado un posicionamiento público similar: libre albedrío a las bases.

Para Alejandro Villalba, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) departamental Rosario, pese al pronunciamiento prescindente de la dirigencia radical, los votos se movieron masivamente hacia el candidato libertario. “Las lecturas que podemos hacer sobre eso es que no es lineal lo que el partido define con lo que hacen los votantes”, expresó en declaraciones a este medio. Asimismo, evaluó que los votantes que anteriormente se habían inclinado por la candidatura de Patricia Bullrich mantuvieron su “voluntad de cambio” que en la instancia de balotaje se terminó traduciendo en un voto a Milei. “No es lo que la mayoría de los dirigentes manifestamos públicamente”, aclaró.

Entre las lecturas que se desprenden del resultado, Villalba consideró que primó un voto de rechazo a la situación económica actual, que tiene su impacto en lo que se viene a futuro. “Creo que vamos a tener que aprender a convivir en el margen de la democracia con una expresión que nunca había estado tan corrida hacia la derecha de manera tan dura”, expresó y agregó: “Como UCR habíamos planteado que nosotros íbamos a ser una oposición constructiva de cualquiera de las dos personas que pudieron ser electas presidentes y ese será el camino”.

En tanto, para el concejal rosarino del PRO, Carlos Cardozo, gran parte de la elección se definió por el acuerdo entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich de manifestar su apoyo públicamente al candidato libertario. “Esa jugada rápida fue fundamental para fidelizar el voto”, reconoció a este medio. Pero para el dirigente, los números de Santa Fe también se explican a partir de los votos que pudieron migrar desde el sector de Schiaretti: “En la cuenca lechera y en el sur de Santa Fe, se sumaron los votos de Milei, más los de Patricia y los de Schiaretti casi que de manera directa. Y eso hizo que la diferencia en Santa Fe fuese tan grande”.

Según Cardozo, la presidencia adoptada por muchos de los espacios políticos no tuvo lugar porque en un balotaje la ciudadanía tiende a definir posturas. “La dirigencia radical de Santa Fe dejó la voluntad de elección en manos de la gente y creo que la voluntad de la gente fue participar en forma positiva”, analizó y añadió: “Las fuerzas políticas que llamaron a votar en blanco fracasaron. El voto de Patricia pasó prácticamente en bloque a Milei. Y es muy notable como en todo el interior de Santa Fe se sumó de manera matemática el voto de Milei, Patricia y Schiaretti”.

En las huestes del peronismo, el análisis no varía demasiado: los “votantes huérfanos” de las generales se movieron en bloque hacia Milei. “El discurso de la prescindencia a lo mejor fue de algunos dirigentes, pero el voto radical y el voto de Schiaretti fue a parar a Milei”, evaluó el presidente del peronismo santafesino, Ricardo Olivera. “Hubo muy poco en blanco y se supone que si muchos espacios son prescindentes, el porcentaje de voto en blanco tendría que haber sido alto. Pero eso no ocurrió”, añadió.

Para el también diputado provincial, la derrota del espacio en Santa Fe quedó muy marcada por los números de la franja oeste. “Es un electorado muy parecido al cordobés, por su actividad agropecuaria, y ahí las diferencias fueron mayores”, expresó y agregó: “Creo que nosotros mantuvimos más o menos los mismos votos, pero los votos de Bullrich fueron a parar a Milei. El radicalismo votó a Milei, esa es la conclusión”.

 

Por último, Olivera adelantó que se viene una etapa de “renovación generacional” en el peronismo, tanto en el plano provincial como nacional. Y si bien destacó la campaña realizada por la militancia y la fórmula presidencial de Unión por la Patria, instó a elaborar una fuerte autocrítica: “El resultado también pasa por no haber resuelto las asignaturas pendientes que teníamos con la sociedad. Más allá del gran trabajo de Massa y Rossi, es muy difícil pensar un triunfo con una inflación de casi 140% y con 40% de pobreza. La gente estaba cansada y encontró en Milei alguna posibilidad de cambio”.