El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, sostuvo ayer que las tomas constituyen “una ilegalidad” y criticó el fallo de la jueza Elena Liberatori, quien dictaminó que la ocupación es un derecho constitucional. “Totalmente desacertada”, dijo Garavano sobre la interpretación de la jueza. En diálogo con Páginai12 el consejero por la Legislatura en el Consejo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes, José Machaín, indicó que lo dicho por Garavano es una “barbaridad”, ya que “desconoce que el Estado argentino firmó el Convenio de Derechos del Niño, que garantiza el derecho de los chicos a la educación y a ser escuchados”, y señaló que lo que busca el ministro es “inclinar la discusión al plano judicial, cuando lo que se tiene que discutir es la educación y la reforma inconsulta que bajó el Ministerio de Educación de la Ciudad”.
“Es una ilegalidad; es algo que al menos yo repudio”, aseguró Garavano en relación a las tomas en distintas escuelas porteñas que se llevan casi un mes, en reclamo por la prórroga de la reforma Secundaria del Futuro. “Hay un montón de otras maneras de manifestar una protesta, de tratar de generar caminos de diálogo. La pérdida de clases no es el camino”, agregó luego.
La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires Elena Liberatori, el 14 de setiembre suspendió mediante una medida cautelar la aplicación del instructivo del gobierno capitalino para casos de alumnos que tomen establecimientos por reclamos relativos a la política educativa o problemas edilicios, entre otros. “La conozco a la doctora Liberatori. Es un error. La jueza Liberatori tiene varios pronunciamientos en este sentido, en una línea que yo no comparto: me parece totalmente desacertada”, advirtió al respecto Garavano.
Por su parte, Machaín sostuvo que “salir a sentenciar que las tomas son ilegales es una forma de presionar a la justicia para que se expida en contra de los alumnos”, y opinó que “es preocupante institucionalmente”. “Hay una intención de poner en el centro del debate a las tomas de las escuelas cuando el tema fundamental es la reforma educativa y la imposición inconsulta del Ministerio. Las tomas son producto de la propia irresponsabilidad del Gobierno de la Ciudad por la forma en que se manejó con la reforma, al no dar ningún tipo de información oficial, y durante todo el conflicto en el que culparon a los estudiantes. Corren el eje de la discusión porque son ellos los que están en falta”, afirmó el consejero de la Legislatura. “El reclamo de los padres que están en contra de las tomas es por el derecho a la educación –continuó Machaín–, que es el mismo derecho por el que luchan los chicos, además de el derecho a ser escuchados, establecido por el Convención de Derechos del Niño, la Ley Nacional 26.061 y la Ley 114 de la Ciudad de Buenos Aires”.