El cura en Opción por los Pobres Roberto Ferrari cuenta como se vive en su barrio el día posterior a la elección presidencial. Entre la preocupación y la tensión, las rutinas del barrio popular "La Esperanza" se alteraron visiblemente.
“La Esperanza” es un barrio popular de la zona de Benavídez, en el partido de Tigre, al norte del conurbano bonaerense. Al padre Ferrari, párroco local y miembro del grupo de Curas en Opción por los Pobres, le llama la atención el silencio que reina, nada usual en un día de sol, más todavía en un feriado.
“En condiciones normales tendríamos música fuerte, cumbia, gente en la calle o pibes jugando. Pero apenas si se escucha, cada tanto, algún ladrido de perro. La quietud del barrio asombra.”
Ferrari firmó, dos semanas atrás, un comunicado de los Curas en Opción por los Pobres, alentando sobre el modelo propuesto por quien entonces era el candidato libertario y hoy es presidente electo, preocupado por las consecuencias que ese modelo económico tendría sobre el barrio y su gente.
“Desde la noche del domingo hablé con un montón de gente, con otros curas, con gente del barrio, con voluntarios de la parroquia. Lo que prevalece en la gente del barrio, como sentimiento, es la tristeza”, cuenta. Y agrega: “Una sensación de tensión, como si en cualquier momento fuera a explotar algo, sólo que no sabemos exactamente qué ni cuándo”.
Cuenta que los curas OPP tienen agendado un encuentro el próximo lunes 27 para discutir y qué hacer o decir. “Aunque nos juntáramos sólo para consolarnos un poco, ya estaría bien”, resume un poco la discusión entre ellos. Como en otros espacios de militancia, la pregunta que flota allí es qué hacer y cómo encarar esta nueva etapa.
Relata Ferrari: “Entre los grupos militantes lo que hay es más que tristeza, es una sensación de duelo. Una señora grande, como de unos setenta años, me dijo hoy es la primera vez que lloro por un resultado electoral. Otros que trabajan en el sector público tienen miedo de lo que se van a encontrar en un par de semanas, cunado asuman las nuevas autoridades. También hablé con un pibe joven que no ve salida, no ve camino, no ve por dónde. Lo único que me tranquiliza es que no alquilo, me dijo, por los anuncios que hizo Milei sobre la derogación de la ley”.
“Llegamos hasta acá, entre otras cosas, por la falta de respuesta del gobierno a problemas concretos", reflexiona. "Y luego, porque fuimos perdiendo nuestra capacidad de movilización, que es lo mejor que tenemos como pueblo. En parte por la pandemia, en parte por otros motivos, la verdad es que el individualismo se te va metiendo, te va ganando de a poco. Se generó una especie de espiral de aislamiento”.
Primero, la tensión
Ferrari celebró misa el domingo por la mañana en la parroquia Santa María de la Esperanza, donde también funcionan una cooperativa y un centro comunitario. Cuenta que ya en ese momento el clima dominante era de tensión por lo que ocurriría horas más tarde.
“Cantamos una canción de Facundo Saravia, llamada "Canción de aquí", porque los chicos del Colegio del Salvador la grabaron en un video y nos la regalaron. Es la que dice A mi país yo lo quiero de veras, pues me ha enseñando a izar su bandera, me dio una casa donde aprendí, que la mentira no sirve para vivir. Y luego de eso inevitablemente salió el tema de las elecciones. También viene gente de sectores medios. El intercambio fue respetuoso, pero se vieron las diferencias.”
El lunes, durante el día, visitó a varias familias humildes del barrio. Incluso entre los que votaron a Javier Milei el ánimo ya no era de esperanza ni expectativa, sino de incertidumbre. "Yo no los juzgo, estaban desesperados y creyeron, de buena fe, pero ya se les fue el entusiasmo", relata con la paciencia infinita que sólo puede darle su experiencia como párroco.
“No tiene ningún sentido decirles que la van a pasar mal, porque de esa manera sólo se logra anticipar y multiplicar el sufrimiento”, dice, a la vez que agrega que “algunos que pusieron el cuerpo contra el macrismo, hoy dudan de volver a ponerlo por la gente que eligió esto, pero es la bronca del primer momento y ya se va a pasar”.
Su preocupación, en el fondo, es otra. “Siempre tuvimos elementos o recursos para contener a los que lo necesitaban, tanto materiales como emocionales. ¿Qué vamos a hacer cuando se terminen? Me refiero a los materiales, porque los otros hay que multiplicarlos.”
Curas en Opción por los Pobres es una organización formada por sacerdotes de distintas provincias, con fuerte presencia bonaerense, especialmente en el conurbano. Viene del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo que en los años sesenta y setenta integró, entre otros, el padre Carlos Mujica hasta que fue asesinado en 1974.