Con las sierras cordobesas aún en su máxima alerta, nuevos focos de incendio en Catamarca y El Chalten y el recuerdo del verano pasado en La Pampa, Río Negro y Buenos Aires, donde el fuego arrasó más de un millón y medio de hectáreas, el Gobierno tomó una decisión clave para enfrentar el combate del fuego en el próximo verano: le quitó dicha responsabilidad al ministro de Ambiente, Sergio Bergman. Al parecer, el hombre que se disfrazó de planta, que trajo dos televisores LED de Chile y que había augurado que “lo más útil que podemos hacer es rezar” para combatir los incendios no estuvo a la altura de las llamas y ahora la línea de fuego estará bajo control de la cuestionada ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), publicado esta mañana en el Boletín Oficial, el Gobierno le asignó al Ministerio de Seguridad las tareas de respuesta operativa del combate del fuego, en el marco del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil (SINAGIR). Mantuvo, en cambio, bajo la órbita de Bergman, "lo concerniente a la protección y preservación del medio ambiente del daño generado por los incendios".
“No vengo a actuar. Vine a dar aliento a los brigadistas que combaten los incendios”, fue la respuesta que dio, en enero pasado, el ministro de Ambiente a la prensa cuando retornó de sus vacaciones y fue directo a La Adela, el epicentro de los incendios forestales que se propagaron por las provincias de La Pampa, Río Negro y Buenos Aires y quemaron más de medio millón de hectáreas de bosques.
La actitud del ministro para enfrentar las llamas no era una novedad. Ya lo había advertido un año atrás cuando frente a una drástica reducción del presupuesto del área dijo que “lo más útil” para enfrentar la temporada de incendios “es rezar”. En esa misma oportunidad, y siguiendo la línea de lo espiritual y lo esotérico, Bergman calificó la extensión descomunal de los incendios como parte de “una profecía apocalíptica”.
Las críticas le llegaron también por la actuación –mal y tarde- de su cartera. “El primer avión hidrante (el único) llegó el 1º de enero y cuando la situación era crítica”, se había quejado Juan Barrionuevo, intendente de La Adela. Según la información publicada por el Ministerio de Modernización, Bergman utilizó en su primer año de gestión apenas el 51 por ciento del presupuesto destinado al Sistema Nacional de Manejo del Fuego, el que ahora pasará a la órbita de Bullrich. Por la subejecución presupuestaria, diputados de la oposición llegaron a pedir la renuncia del ministro.