Uno de los países más fervorosamente católicos del mundo decidirá a través de un referéndum si despenaliza o no el aborto. Irlanda votará en “mayo o junio” del año próximo, según anunció el primer ministro Leo Varadkar. De este modo, los irlandeses decidirán si se mantiene la octava enmienda de su Constitución, que sólo permite la interrupción del embarazo en casos de riesgo para la salud de la madre.
El país recibirá la visita del Papa en agosto de 2018 para el Encuentro Mundial de las Familias, con lo que la máxima autoridad de la Iglesia Católica podría estar pisando un país de tradición católica con el aborto legalizado. La convocatoria de Varadkar se da a apenas tres meses desde que asumió el gobierno. De 38 años, es el primer gobernante irlandés descendiente de inmigrantes (sus padres son de la India), y el primero homosexual, en un partido conservador, el Fine Gael.
Varadkar, médico de profesión, ya se había manifestado crítico de la legislación antiabortista de Irlanda, a la que calificó de “demasiado restrictiva”. Era ministro de Salud cuando el referéndum de 2015 que, con el 62 por ciento de los votos, dio luz verde al matrimonio entre personas del mismo sexo.
En Irlanda, el aborto está penado con hasta 14 años de cárcel y muchas mujeres salen del país para interrumpir embarazos. Por lo general, viajan a Inglaterra. El antecedente del referéndum de 2015 y la mala imagen que tiene en estos momentos la Iglesia decidieron a Varadkar a que los irlandeses opten el año que viene. "Cualquier cambio en nuestra constitución debe ser pensado cuidadosamente por nuestro pueblo, por eso hay que darle tiempo a la consulta para que puedan valorar todos los pros y los contras y que puedan participar de un debate informado en el espacio público", afirmó en un comunicado.
El caso irlandés ya había llamado la atención del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que el año pasado calificó como “cruel, degradante e inhumana” la legislación en el país, instándolo a hacer modificaciones. El anuncio coincide con la organización de la marcha anual en Dublín por el derecho a decidir.
Este sábado será la sexta edición de esa convocatoria, y se estima que haya un clima festivo, pese a que hay quienes son cautos. "Lo ideal sería que la octava enmienda sea totalmente derogada, no reemplazada por otra parecida", afirmó Claire McGowran, una de las organizadoras. "Lo importante es que ya no sea confusa y que garantice abortos gratuitos y seguros a cualquier mujer en Irlanda sin importar la forma en que se han quedado embarazadas", agregó.
El país ha convertido en una costumbre hacer consultas vinculantes a sus ciudadanos. Así como el matrimonio gay es legal por el voto popular y algo similar podría ocurrir con la despenalización del aborto, hay otros proyectos en carpeta. En octubre de 2018 se votará para abolir o no el delito de blasfemia. Por ese cargo fue encausado el actor Stephen Fry, ateo declarado, al decir que Dios era “diabólico” por permitir un mundo con tanta pobreza. Como la policía no halló suficientes personas indignadas para seguir con la causa, esta fue archivada. Para junio de 2019 será la consulta respecto de si se reduce de cuatro a dos años el período mínimo de convivencia antes de un divorcio.