La diferencia de ingresos entre el decil más alto y el más bajo de la población es de 20 veces, mayor que en el mismo período de 2016.
El índice de Gini, que mide el grado de desigualdad en la población, se ubicó en el 0,428, contra el 0,427 que se había registrado en el mismo período del año pasado. En la Argentina, el coeficiente más alto se registró en 2000, cuando alcanzó un 0,51.
Además, durante el segundo trimestre del año el decil más alto de la población ganó 20 veces más que el decil más bajo, profundizando la diferencia que un año atrás era de 19 veces. La situación se torna más desigual cuando se comparan los períodos en que los asalariados no cobran aguinaldos (primero y tercer trimestre de cada año) ya que la relación entre los ingresos del decil más alto y el más bajo trepa a 22 veces.
El informe también refleja la dependencia de los deciles más bajos de los planes sociales y/o jubilaciones o pensiones, ya que en el primero de ellos, sólo 3 de cada 10 pesos que ingresa en un hogar proviene de un trabajo remunerado. Esa relación se reduce de manera gradual en cada segmento y en el tope de la pirámide 8 de cada 10 pesos que se obtienen provienen de una relación laboral.
Cuando se evalúa la totalidad de los ingresos de los hogares, el 75 por ciento proviene de trabajos remunerados y el 25 por ciento de algún tipo de asistencia social.