“Es un disco-revista de curiosidades y hechos metafísicos”. Así de loco es como se le ocurre definir a Juan Tauil, el flamante disco de Sentime Dominga: Medicada. “Y cada canción del disco es como una sección de esa revista”, agrega este inquietísimo cronista, cantor, compositor, documentalista, periodista y bombisto santiagueño que estrenará el trabajo este mañana a las 21 en el Xirgu Espacio Untref (Chacabuco 875), junto al grupo que completan Itu Itulain en bajo, Matías Okosi en batería, Martín Santagada en guitarra, y Valeria Cini en guitarra y voz. “La idea es abrir el juego sinestésico que ya viene dado con el nombre de la banda (sentir y escuchar) bajo el concepto madre de jugar con los sentidos y confundir con los géneros”, enmarca.

–A propósito de confundir con los géneros, se suele definir a la banda de muchas maneras: “folklore trans”, “folklore queer”, “neofolklore”, “pop telúrico”. ¿Cuál le gusta más?

–Todos esos motes fueron propuestos por amigos y amigas periodistas, y críticos y críticas de arte. Creo que el producto es tan inclasificable que nos caben todos esos y muchos más (risas). Así como las canciones nuevas están llenas de canciones viejas, los rótulos nuevos dan lugar a nuevas recepciones, así que ¡bienvenidos los motes!

–¿Y cómo se combinan tales motes con lo telúrico que viene de Santiago del Estero, su provincia natal?

–Al ser mi lugar de origen, Santiago está presente en todo lo que hago. Los textos de Medicada son propios, autorreferenciales hasta el egoísmo, santiagueños hasta el tuétano, con imágenes, lugares, aromas y paisajes de los interiores sangrantes de nuestra república. Las leyendas de mi provincia como El Crespín, La Telesita y La Salamanca están incluidas en mis versos, también personas a las que admiro y a quienes les debo mucho. Y en lo concreto, todos los años somos parte de la multitudinaria marcha de los bombos y cada vez la recepción es mejor que la anterior, gracias a la generosidad de gente como el Indio Froilán y Tere Castronuovo, que nos garantizan el escenario de piso de tierra y árbol añoso para mostrar lo que hacemos.

No hay disrupción, entonces, en esas piezas que la banda expresa con absoluta personalidad. “Travesti toba”, por caso, es un ejemplo del cruce intenso entre pasado y futuro, que sintetiza bien el espíritu de Operada, primer trabajo del grupo. Del segundo, Tauil destaca “Crespín”. “Es la leyenda de un pájaro mítico y también mi primera canción concebida en letra y música. La resumiría como un minué que representa mi amor por las palabras y los ritmos vetustos, sin uso”, sostiene el artista, que pega su amor por el pago a la renovación que el mismo pago le devuelve, a su manera. “En Santiago se ha armado un lindo grupo de artistas jóvenes y vanguardistas que nos esperan todos los años. Es una experiencia muy rica y la gente nos abraza en su afán por ser contada de otra manera. Y esto sí que es algo conmovedor”.