En la ciudad rionegrina de El Bolsón avanza un proyecto inmobiliario que revela una trama de influencias que alcanza al propio Mauricio Macri. La Municipalidad local impulsa la adjudicación de 600 hectáreas para el loteo de tierras de una reserva natural al pie del cerro Perito Moreno para la construcción de una villa turística, rechazada por ambientalistas. El proyecto Laderas no sólo prevé la deforestación de parte de esa superficie protegida sino que, al privatizar la zona, restringe la participación de la ciudadanía en la explotación turística. Un dato para entender el contrapunto: la compañía es de Joshep Lewis, el magnate británico que cerró el acceso a Lago Escondido y que es “amigo” declarado del presidente argentino, a quien alojó en su casa de Bariloche cuando Barack Obama visitó esa ciudad en marzo pasado.
Detrás del proyecto Laderas está el operador inmobiliario Nicolás Van Ditmar, administrador de empresas del británico Lewis, un multimillonario que aparece en el ranking de Forbes como una de las 300 personas más ricas del mundo. Su fortuna es de alrededor de 5 mil millones de dólares, es uno de los dueños del club Tottenham y tiene activos en Pampa Holding, entre algunos grupos.
En marzo pasado, “Joe” alojó en su mansión patagónica al presidente Macri. El propio Van Ditmar dijo que el jefe de Estado “es un amigo de la familia Lewis desde hace 11 años y ha visitado la zona muchas veces, incluso antes de que fuera presidente y jefe de Gobierno de la Ciudad”. La amistad llega a tal punto que la ex vocera del multimillonario fue designada directora de Radio Nacional Neuquén, tal como lo publicó Página/12 a finales de ese mes.
Los problemas por el proyecto en El Bolsón comenzaron luego de que la empresa Laderas adquiriera un predio de 600 hectáreas vecinas al Club Andino Piltriquitrón, con la idea de crear una villa turística. Lo hizo de una manera por la que fue cuestionada: ante la imposibilidad de adquirir tierras fiscales de una reserva natural para su loteo y explotación comercial, le compró a pobladores originarios la superficie que hacía poco tiempo les había cedido el Estado.
La adjudicación tuvo el aval de la Municipalidad y del Concejo Deliberante de El Bolsón pero en 2011 fue denunciada por la Asamblea en Defensa de la Tierra y el Agua con los argumentos de que el loteo no sólo daría pie a una deforestación prohibida por la legislación ambiental sino que la adjudicación había sido hecha solo con la presentación de un informe de impacto ambiental y sin la audiencia pública establecida para esos procedimientos.
El caso llegó al Superior Tribunal de Justicia provincial, que en 2013 suspendió la audiencia hasta tanto se resuelva la legalidad de esa convocatoria. El acuerdo entró en una calesita de anulaciones y ratificaciones, hasta que hace días el intendente Bruno Pogliano, de Juntos Somos Río Negro y aliado del gobernador Alberto Weretilneck, ratificó el loteo y, a pesar de que sigue vigente la decisión del máximo tribunal rionegrino, convocó para hoy a una audiencia pública de cuyo resultado depende el tratamiento del tema en el Concejo Deliberante de El Bolsón.
Pogliano es cuestionado tanto por los ambientalistas como por legisladores de la oposición. Los primeros lo denunciaron públicamente por haber sido uno de los contadores de Laderas. “Tenemos pruebas de que el domicilio de la empresa era el mismo que el del contador”, afirmó a este diario un integrante de la Asamblea en Defensa de la Tierra y el Agua que prefirió reservar su identidad ante la serie de hechos sospechosos que ocurrieron alrededor de esa organización: en abril del año pasado fue incendiado el Centro Comunitario de Mallín Ahogado, donde los asambleístas se reunían cada viernes, y 40 días antes había sido quemada una radio -“creada a los fines de esta lucha”- llamada FM Comarca Andina, que transmitía por la frecuencia 106.3.
La asamblea denuncia tanto el daño ambiental del proyecto de Lewis como el hecho de que su concreción dejaría a los habitantes de El Bolsón sin la posibilidad de participar de la explotación turística en la zona, por pasar a ser esta una propiedad privada. No es la primera vez que este empresario cierra accesos a un espacio. En 2010 adquirió las tierras que rodean el Lago Escondido (donde desarrolla un emprendimiento hidroeléctrico) y fue denunciado por varias ONG de no permitir el acceso público a ese espejo de agua. La Justicia falló a favor de los denunciantes, pero “Joe” no acató la decisión.
“Es una villa que estaría separada del pueblo, un polo turístico, una nueva ciudad anexada a un centro de esquí, un negocio que dejaría a El Bolsón sin acceso a la explotación turística”, ratificó a Página/12 el legislador provincial por el Frente para la Victoria Mario Sabbatella. A instancia suya, el bloque de esa fuerza política presentó en la Legislatura rionegrina un proyecto de declaración de “repudio al proyecto de urbanización de Pampa de Ludden y al llamado de audiencia pública”. Pero la mayoría oficialista rechazó la iniciativa.
Cuando distintos espacios políticos de la oposición se convocaron para apoyar el reclamo de la asamblea, “nos mandaron gente pagada por ellos” para defender la privatización, contó Sabbatella. “Lewis está convirtiendo un emporio británico en territorio argentino. En este sentido, estamos extranjerizando nuestras tierras”, apuntó.
El caso confronta a quienes creen en la iniciativa de Lewis y la apoyan, contra los que la rechazan. “Es un intento de enfrentar a vecinos contra vecinos”, añadió el legislador a la vez que habló de “intereses creados” del intendente Pogliano con el proyecto.
En su opinión, hay un punto en que el caso “posiblemente tenga algo que ver con el vínculo” que hubo entre Lewis y el jefe comunal. “También entre el gobernador (Weretilneck) y Pogliano, y entre Lewis y Macri. Uno sospecha de todo ante la facilidad con que se está dando esto”, concluyó.