Con el pico de calor del jueves, que alcanzó los 29 grados, más de 70 mil usuarios se quedaron sin luz. Y eso pareciera ser sólo el comienzo: la semana que viene se anuncia calurosa, con máximas de 35 grados. Desde el Ministerio de Energía reconocieron que los cortes van a seguir y que dependerán del calor. Familiares de pacientes electrodependientes –en su mayoría chicos que necesitan respiradores y otras máquinas para vivir- se movilizarán este sábado a Plaza de Mayo, para visibilizar su problemática: para ellos un corte de luz puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Piden una ley que los proteja.

“El servicio para electrodependientes que brindan las empresas de electricidad es ficticio, no funciona. Supuestamente deberían garantizar que no se nos corte la luz, pero eso no pasa. Llamás al número que te indican y te dicen que hay un problema con el suministro que no pueden solucionar. Necesitamos una ley que nos respalde para no depender de las empresas”, se quejó Mariela Duarte Vinelli, mamá de Caterina, una beba de 19 meses que necesita estar conectada a un respirador, un saturómetro, un aspirador de secreciones y una bomba de alimentación.

Según la experiencia de Duarte Vinelli, luego de completar el trámite como electrodependiente en Edenor le llegó una carta de la empresa en donde le advertían que en “ciertas situaciones” no podían garantizar la no interrupción del sistema. “Si no pueden garantizarlo que nos brinden una solución urgente, que nos manden un generador”, pidió la madre.

Muchos de los aparatos que usan los pacientes electrodependientes no tienen batería, por lo que en el momento que se corta la luz se apagan. Ahí empieza la odisea para trasladar al chico -y a todos los aparatos- a la casa de un familiar o conseguir una internación, aunque muchas obras sociales no cubren el traslado en ambulancia. La otra opción que encuentran las familias es extender un cable hasta lo de algún vecino con luz aunque, reconocen, es un peligro por el nivel de voltaje necesario.

El proyecto de ley, que presentaron las familias en el Congreso Nacional y le entregaron al ministro de Energía Juan José Aranguren pide que haya un registro nacional de pacientes electrodependientes, que se garantice la energía mediante grupos electrógenos y que el suministro eléctrico sea gratuito.

Porque el otro problema para las familias, además del temor al corte de luz, es el costo de la tarifa luego del último tarifazo. El consumo promedio de un paciente electrodependiente es de 1.500 kw mensuales y la tarifa social cubre hasta 600kw. “Este año empecé pagando 350 pesos de luz y ahora pagamos más de dos mil y siempre tenemos miedo de superar la categoría que nos corresponde porque ahí ya no te cubre la tarifa social. Hay familias a las que les cortan la luz porque no pueden pagar y tienen un chico electrodependiente. Eso no puede pasar, es una cuestión de vida o muerte”, explicó Duarte Vinelli.

Consultados por Página/12, desde el Ministerio de Energía fueron francos: los cortes van a seguir, dijeron. “Dependen del clima y de cómo reaccione la demanda; básicamente dependen del calor”, aseguraron y descartaron que hayan cortes programados. En cuanto a la situación particular de los electrodependientes, desde el Ministerio afirmaron que las empresas tienen la obligación  de brindar un grupo electrógeno a las familias cuando se corta la luz. También que se conformó un Comité de emergencia integrado por cinco ministerios, entre ellos Energía y Salud, para que cuando las empresas no den abasto con los grupos electrógenos, el Comité se encargue de distribuirlos. Sobre la posibilidad de revisar la tarifa social o tener en cuenta el proyecto de ley que presentaron las familias, dijeron que por ahora no está en los planes.