Hacia fines de los años noventa, Mariano Cúneo Libarona pasaba sus vacaciones en Punta del Este. Le gustaba hacerse ver, no sólo en la televisión. Un verano decidió ponerse un escritorio en medio del caminito que llevaba al balneario Montoya. Apilaba expedientes en ese excéntrico escenario y se ponía a trabajar. Algunas personas lo miraban con curiosidad, otros se molestaban.
--¿Qué estás haciendo Mariano? -- le preguntó un muy amigo.
--Tomo sol-- contestó, y su interlocutor lanzó una carcajada. Cúneo Libarona estaba siempre bronceado, con sus ojos celestes en primerísimo plano.
Cúneo Libarona, conocido abogado con gran recorrido en los medios de comunicación como defensor de celebridades y empresarios y también como panelista, será el ministro de Justicia del gobierno de Javier Milei. Tiene 62 años y fue uno de los primeros nombres que anunció el presidente electo para su futuro gabinete. Se conocieron trabajando juntos en la Corporación América de Eduardo Eurnekian. Milei asesoraba al empresario sobre inversiones, hacía análisis de políticas y riesgos. Cúneo Libarona estaba a cargo de los asuntos legales. Asesoró a los Eurnekian hasta hace poco. El grupo empresario resultó una usina de funcionarios para el libertario: de ahí vienen Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, y Nicolás Posse, jefe de gabinete.
Cuentan habitantes de Comodoro Py que Cúneo Libarona "habla con todos los jueces" y "trabaja mucho". En su auge como abogado famoso desde los noventa algunos magistrados no lo querían: se quejaban de que les pedía audiencia, tenía una conversación y después hablaba mal de ellos ante las cámaras. En su futura nueva función, por lo que había adelantado en una entrevista con Clarín, piensa una gran reforma judicial y que "se acabarán los operadores judiciales", las "mesas judiciales" y las "valijas en tribunales". Milei, en campaña, dijo que uno de sus objetivos es "despolitizar" la "justicia", el enigma es cómo hará. En los tribunales federales, por lo pronto, varios/as tomaron con agrado a su futuro ministro del área. De hecho fue abogado de algunos jueces del edificio (Ariel Lijo, Julián Ercolini y María Servini).
Larga historia
Podría decirse que Cúneo Libarona vive intensamente. En los noventa, inauguró la era de los abogados mediáticos, cuando se subió al Yomagate como defensor de Amira Yoma --la cuñada del expresidente Carlos Menem-- envuelta en un escándalo de dinero del narcotráfico. Pero mejor lo posicionó el caso Cóppola, donde fue abogado de Guillermo Cóppola, exrepresentante de Diego Maradona, a quien acusaban de narcotráfico tras encontrarle 406 gramos de cocaína en un jarrón en su casa. Cúneo logró dar vuelta toda la trama y fueron presos y condenados el juez Hernán Bernasconi, el secretario y tres policías por armar la causa.
Los vínculos con el poder que cultivó durante le menemismo lo llevaron también a ser en 2001 abogado de Emir Yoma en la causa por el contrabando de armas a Ecuador y Croacia, donde terminó absuelto. Había estado casado con su exsecretaria, Lourdes Di Natale, quien murió al caer de un décimo piso cuando ya estaban separados. La mujer había involucrado a su exjefe en el escándalo de las armas. En la causa por el atentado a la AMIA fue abogado, en los inicios, del expolicía de Lanús Juan José Ribelli, que había quedado preso. Ribelli fue a ver al juez que llevaba el caso, Juan José Galeano, y le advirtió que tenía el video donde arreglaba con Carlos Telleldín su declaración (para incriminar a los policías) por la que le pagaron 400 mil dólares. El exjuez lo acusó de extorsión y Cúneo Libarona también terminó preso por algo más de 40 días por orden del fallecido Norberto Oyarbide. Al final le dieron una probation.
La página web del estudio jurídico que lleva su apellido, tiene como inicio una frase de su padre, también Mariano, exfiscal de la Cámara del Crimen: "Honestidad, capacidad y diligencia son el motor del estudio liderado por mis cuatro hijos". Los otros tres son Rafael, Matías y Cristian. El resto de los socios son todos varones. Su biografía cuenta su paso por el Poder Judicial durante los años ochenta, donde llegó a ser secretario de un juzgado. Desde agosto de 1989, dice, "ejerce su profesión de abogado libremente". También destaca su asesoramiento en programas de televisión y un programa propio en 2006: "Argentinos un espacio de Ideas" en el canal Política y Economía.
El año pasado, como panelista de Animales Sueltos, dejó perplejo al conductor Alejandro Fantino cuando se puso a hablar del juicio conocido como Vialidad contra Cristina Fernández de Kirchner. Comentó que había trascendido mucho la acusación del fiscal Diego Luciani, pero remarcó que las defensas habían sido muy buenas. Contó que había intercambiado impresiones con otros colegas. "¿Está probada la intervención de Cristina Kirchner en el hecho? --se preguntó--. El concepto general es no. ¿Hay asociación ilícita? ¿Se pusieron de acuerdo con un dolo común para cometer delitos indeterminados? La respuesta general es no".
Con los años Cúneo desarrolló una carrera académica, de la que deja constancia en su página: se doctoró en la Universidad del Salvador y en la de Salamanca, en España, fue docente en varias universidades, incluso la UBA y es decano en la Facultad de Derecho del Museo Social, de donde es graduado. Cuenta también sus vínculos con el fútbol. Es vocal en Racing. Fue abogado de ese y otros clubes (River, San Lorenzo, Newell's) y de futbolistas (Maradona, Claudio Caniggia, Martín Palermo, entre otros).
Entre otros casos conocidos donde intervino o interviene, Cúneo Libarona fue uno de los que dejaron en claro que en el caso "Cuadernos" los empresarios detenidos se veían en la situación de tener que declarar algo que dejara contento al fiscal Carlos Stornelli para recuperar la libertad. Como defensor de Sergio Taselli dijo: "Si no sale en libertad en breve lapso va a mentir y a involucrar a alguno (...). Tenés que arrepentirte, confesar algo e involucrar gente. Si decís que sos inocente quedas preso. Hay que ir y confesar, si no quedas preso. ¿Qué querés que haga? ¿Se va a quedar preso un hombre de 74 años tiene un hijo de 4 años?", dijo en su momento, aunque cuestionó la figura del imputado colaborador. Es abogado del exsenador José Alperovich en la causa por abuso sexual que le inició su sobrina; defensor de Alan Schlenker acusado de “instigar” el crimen del hincha de River, Gonzalo Acro; abogado del anestesista Diego Bialolenkier condenado a tres años en suspenso por la muerte de Débora Pérez Volpin; representó al destituido juez Walter Bento; su estudio defiende al represor Enrique Augusto Barre, que formó parte de la policía bonaerense, en el juicio conocido como "Brigadas".
Los Caputo y el croata
El estudio de los Cúneo Libarona tiene dos casos recientes y relevantes. Son abogados del croata Ivo Rojnica, a quien desde la Aduana definieron como una suerte de mayorista de cuevas capaces de controlar el valor del dólar ilegal, y a quien hoy se investiga por diversos delitos: lavado, presunta relación el narcotráfico (a partir del caso Bovinas Blancas), violación el régimen cambiario, asociación ilícita. Toda una red de operaciones de Rojnica en Argentina y otros países está bajo investigación, igual que su papel en la subfacturación de exportaciones. Hoy la investigación está a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi y también investiga el fuero penal económico.
Los Cúneo Libarona también representan a la empresa Caputo Hermanos en la causa donde se los investiga por el posible financiamiento a la agrupación de ultraderecha Revolución Federal, cuyos integrantes generaron acciones violentas en las calles el año pasado y en reuniones en plataformas virtuales como Twitter Spaces hablaban de matar a funcionarios, con especial saña a CFK. Fue la antesala del intento de magnicidio. Caputo Hermanos es una desarrolladora inmobiliaria que aparece encargando un trabajo de gran envergadura (equipar 60 departamentos en Añelo, en Neuquén) a Jonatan Morel, referente de esa agrupación, que tenía una pequeñísima carpintería en Boulogne y carecía de capacidad para hacer semejante trabajo. Lo contactó Rossana Caputo una de las hermanas de Luis "Toto" Caputo, exministro de finanzas del macrismo que ahora suena para el equipo de gobierno de Milei. Otros dos hermanos manejan la firma, que fue registrada en la escribanía del fallecido Claudio Caputo, el padre de Santiago Caputo, a quien el presidente electo mencionó especialmente tras conocerse su triunfo como el arquitecto de su campaña. Aunque hay pagos por más de 14 millones de pesos probados, ningún Caputo fue citado a indagatoria.
Los planes de Cúneo
Uno de los grandes interrogantes es si habrá una política de persecución político-judicial como existió en el macrismo. Según trascendió el futuro ministro no impedirá que avancen causas pero no está en la tónica de promover. Habrá que ver. De lo que habla es de una ley de "juicio rápido y plazo razonable". En una entrevista ya hizo saber que discrepa con el juicio político a la Corte Suprema, que le parece "una vergüenza", que buscará ocupar la vacante en ese tribunal, que se nombre un/a procurador/a, cargo vacante desde 2017. Para la Corte, suenan tres candidatos, uno de ellos es Ivana Bloch; como procurador Marcelo Lucini, juez de la Cámara del Crimen. Tiene pensados nombres para la Unidad de Información Financiera y que la Oficina Anticorrupción esté en manos de la oposición. Cuando habló con Clarín antes de que se oficializara su designación dijo que Milei le pidió un proyecto para darle autarquía financiera a la Corte; modificaciones en el Consejo de la Magistratura que --según dio a entender-- no cambiarían la composición que puso la Corte sino algunos mecanismos (concursos antes de que haya vacantes, dedicación exclusiva de los consejeros, entre otras) y la demorada implementación del Código acusatorio. Todo está por verse.