Varios fueron los dirigentes sindicales que dejaron trascender su decisión de respaldar en los comicios de octubre al binomio Cristina Kirchner-Jorge Taiana, candidatos senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos fue Pablo Moyano, quien el martes reiteró su decisión ante los dirigentes sindicales que responden a CFK, Walter Correa (curtidores) y Hernán Escudero (Sadop). Pragmático al fin y al cabo y dejando de lado sus resquemores con la ex mandataria, el secretario adjunto de Camioneros no sólo renovó ante ellos su opción electoral sino que además no mostró inconvenientes para permear su determinación entre los más de 50 mil afiliados que tiene el gremio.
Poco después de las 10.30 Correa y Escudero ingresaron al despacho que Moyano ocupa en la sede cegetista por su cargo de secretario Gremial del Consejo Directivo. Casi una hora duró el encuentro que culminó con una foto donde el camionero sonríe junto a ellos. Ambos dirigente gremiales son, al mismo tiempo, candidatos en octubre. El primero aspira a ser diputado nacional, en tanto que dirigente de los docentes privados busca una banca de legislador provincial. La charla mezcló lo político electoral con el devenir actual de la CGT ante las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri. Correa y Escudero llegaron a la sede de Azopardo 802 con el visto bueno de CFK y de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), de la que son parte. La primera coincidencia entre los tres surgió cuando caracterizaron “el intenso avance del Gobierno” sobre los trabajadores a partir de la aplicación de un programa económico de corte neoliberal.
“No tenemos a nadie que defienda desde la política a los compañeros”, indicó Moyano hijo e incluso sostuvo que entre los gobernadores peronistas no surge una figura que permita vislumbrar, al menos en un futuro cercano, un nuevo liderazgo con el que se pueda articular políticas en defensa de la clase trabajadora. Las críticas a los gobernadores no fueron duras, salvo cuando se lo nombró al salteño Juan Manuel Urtubey. Por caso, Moyano lo calificó como “un gorila”. Los visitantes se congratularon cuando escucharon de boca de Moyano que “la que nos tendrá que defender es la compañera”, en obvia referencia a la ex presidenta.
No está previsto, al menos por ahora, un encuentro entre CFK y Pablo Moyano. La relación entre ambos nunca fue buena pero de un escenario político adverso a veces puede nacer un milagro. Ahora, si esto no resultara existe la posibilidad de que cuando la CGT realice el próximo 17 de octubre el acto para festejar el aniversario del nacimiento del peronismo, el propio Taiana suba al escenario. Pero eso es, al menos por ahora, algo que se está conversando. No es descabellado ya que hay dirigentes gremiales, como el metalúrgico Antonio Caló, que suelen afirmar que para los intereses de los trabajadores es conveniente que el ex canciller sea también senador.
El encuentro sirvió también para analizar la situación interna de la CGT. En estos días trascendió que los hermanos Moyano, Pablo y Facundo, evaluaban no participar del Comité Central Confederal (CCC). Entienden que el canal de diálogo habilitado entre la central obrera y el Gobierno no redundará en un beneficio para los afiliados y, en todo caso, deja a la CGT “sin reacción”. Sin embargo, durante la charla coincidieron en la inconveniencia de esa estrategia. “Es mejor pelear desde adentro”, le dijo Correa. Pablo asintió y señaló que en estos tiempos “hay que juntar fuerzas internas para salir a dar pelea”.
De todas formas eso no es suficiente. Por caso, Moyano les reconoció que dado el acuerdo en priorizar el diálogo con el Gobierno que alcanzaron gordos, independientes e incluso el sector que lidera el taxista Omar Viviani se vuelve casi utópica la posibilidad de llamar a un paro. “Hoy no nos da la nafta para llegar a una medida de fuera”, graficó el camionero. Pero ello no desesperanzó a los tres dirigentes que se prometieron profundizar el diálogo en busca de consensuar una estrategia común.