“No nos van a amedrentar, no lo van a lograr”, dijo a PáginaI12 Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, ante la denuncia anónima que llegó a la universidad porque en una cátedra se habló sobre la desaparición forzada de Santiago Maldonado, además de por las “imágenes” que hay en la facultad reclamando la aparición del joven. El hecho generó gran malestar en la comunidad académica, sobre todo porque la denuncia no fue rechazada de plano: el Ministerio de Educación se la giró al Rectorado de la UBA y desde allí fue enviada a Filosofía y Letras. El centro de estudiantes y los sindicatos docentes repudiaron el “ataque a la autonomía universitaria” que enmarcaron en una “fuerte campaña difamatoria de los medios de comunicación”.
La denuncia provino de un e-mail anónimo. El correo electrónico llegó inicialmente al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, que lo envió a la Secretaría de Políticas Universitarias. Luego, la SPU del Ministerio de Educación reenvió la denuncia a la UBA.
Desde Filosofía y Letras aclararon que el tema “se mantiene en un nivel extrajudicial ya que no se ha producido expediente”.
“Cualquier denuncia anónima no tiene entidad –dijo Morgade–. Otro tema, preocupante, es que se le haya dado curso y que nadie la haya frenado ni desestimado. Pasó por la SPU, que sabe de la autonomía universitaria, la tenían que haber desechado hasta por inconstitucional.”
Las autoridades académicas responderán la nota por escrito y esgrimirán la “libertad de cátedra, en el marco de la autonomía universitaria consagrada en la Constitución Nacional en su artículo 75, inciso 19”. Resaltaron, además, que es “sorprendente” que el Ministerio Público Fiscal “desconozca una de las atribuciones constitucionales de la universidad pública y que, por su parte, el Ministerio de Educación no haya invocado la misma norma para desechar el reclamo anónimo mencionado”. En esa línea, sostuvieron que el tratamiento de la desaparición forzada de Santiago Maldonado “revela una creciente política oficial de amedrentamiento e intimidación como correlato de discursos negacionistas y encubridores”.
“El tema es preocupante y representa una amenaza al derecho a manifestar, a la libertad de cátedra y a la autonomía universitaria. En sí mismo surge de una miserable operación de algún servicio de inteligencia, habilitada en el mejor de los casos torpemente por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. Pero nos llama profundamente la atención la actitud de convalidación burocrática de la SPU y del Rectorado, que contrasta claramente con el freno que le puso a la operación la decana Graciela Morgade haciéndola pública”, señaló Federico Montero, secretario general de Feduba, gremio de base de Conadu en la UBA.
Desde el centro de estudiantes de la facultad, dirigido por el Frente de Izquierda, señalaron que esta situación es una “clara muestra de persecución política”, y que no es la primera: recordaron que el pasado 8 de septiembre la policía había amedrentado al docente Federico Mendoza, de Florencio Varela. “Este tipo de ataques vienen de la mano de una fuerte campaña difamatoria por parte de los medios y el Gobierno, responsable de la desaparición, en el marco de un fuerte recrudecimiento del aparato policial, que se pudo ver en las diversas represiones a las movilizaciones por Santiago donde, por ejemplo, se llevaron detenidos a dos estudiantes de nuestra facultad”.
Todos los sectores llamaron a movilizar este domingo 1 de octubre, cuando se cumplirán dos meses de la desaparición de Maldonado.