Central consiguió frenar anoche al imparable Boca de Guillermo Barros Schelotto y lo eliminó de la Copa Argentina al vencerlo por 1-0 en Mendoza. En cuartos de final, los rosarinos enfrentarán al ganador de Godoy Cruz-Banfield, que juegan hoy.
Boca arrancó el partido con la actitud dominante del campeón. Su mediocampo bien adelantado estaba atento a los errores en que cayera Central. Por una mala entrega, Benedetto tuvo su chance probando de lejos a los 10 minutos. Antes, Rodríguez cortó con seguridad un centro peligroso de Pavón.
Después de los quince minutos, Central empezó a hacer pie. Fruto de esa mejoría llegó claro con un zurdazo de Colman que Pérez desvió con el brazo. Claro penal, que Rapallini decidió pasar por alto. A esa jugada le siguieron los minutos más lucidos del once de Montero, que se puso 1-0 con una pelota parada que Gil ejecutó cruzada desde la izquierda para encontrar a Martínez sólo entrando en el área chica por derecha para fusilar a Sara. A esa altura quedaba claro que el encuentro transitaba por los carriles que quería Central, que cortaba los circuitos de juego de Boca y aprovechaba los balones detenidos para inquietar en ofensiva. De todos modos, en los últimos minutos de la primera etapa, el equipo de Guillermo encontró buenas combinaciones colectivas y quedó a tiro de la igualdad.
Central se mantuvo concentrado y disciplinado en la marca en el complemento, y con eso le resultó suficiente para cerrar un partido en el que Boca mostró poco volumen de juego, a partir de una noche apagada de Cardona y Gago, que aportaron demasiado poco para que Pavón y Benedetto pudieran gravitar más allá de sus acciones individuales.