La actividad industrial creció 5,1 por ciento en agosto frente al mismo mes del año pasado y acumula en ocho meses una mejora del 1,4 por ciento. El avance estuvo impulsado por los insumos de la construcción y por la siderurgia a partir de la obra pública, la industria automotriz y la metalmecánica. En cambio, registraron caídas el sector textil y alimentos y bebidas. La mayor parte de los industriales espera que el ritmo de producción se mantenga estable, lo que daría continuidad al crecimiento en la comparación interanual, ya que el segundo semestre de 2016 fue muy negativo. El empleo industrial todavía no llega a la recuperación anual.
El dibujo de la producción industrial durante la gestión de Cambiemos muestra desde diciembre de 2015 una pronunciada caída, cuyo punto más bajo se verificó en el tercer trimestre del año pasado. A partir de allí, la curva empieza a cambiar de dirección y en mayo de este año se observó el primer dato de crecimiento interanual, proceso que se profundizó en los meses posteriores conforme el resultado industrial del año pasado (la base de comparación) comenzaba a empeorar. El nivel de producción todavía no logró recuperar la marca previa a la asunción de Mauricio Macri aunque está cerca de hacerlo: en agosto, el crecimiento del 5,1 por ciento se monta sobre una caída del 5,7 por ciento de agosto 2016 frente al mismo mes de 2015.
“La industria crece sobre niveles de caída muy fuertes. Lo que se ve es una recuperación segmentada, no generalizada. Hay sectores que traccionan fuerte, otros están estables y hay rubros en crisis abierta. Sin duda la obra pública tiene un impacto importante, por la tracción en cemento y acero, por ejemplo. El sector de la construcción también se beneficia por la mayor disponibilidad de divisas, el crédito hipotecario y la canalización de la renta agraria”, explicó a este diario Matías Kulfas, director de la consultora Idear Desarrollo. En relación a las exportaciones industriales, consideró que “con un tipo de cambio apreciado y un contexto débil de política industrial, es muy difícil ser competitivo”.
Entre los sectores “que traccionan”, como plantea Kulfas, sobresale la siderurgia, gracias al crecimiento del 21,6 y del 9 por ciento en acero crudo y aluminio, respectivamente, en la comparación anual de agosto. En el acumulado del año, el bloque siderúrgico crece un 5,3 por ciento. En segundo lugar aparecen los insumos de la construcción, con mejoras del 12,3 por ciento en vidrio, 8,1 en cemento y 8,2 en otros materiales.
Uno de los sectores que avanzan junto a los rubros mencionados en el párrafo anterior es la metalmecánica, que anotó en agosto una mejora del 20,2 por ciento. Según el informe de Adimra, que agrupa a las cámaras metalúrgicas, el segmento de mejor desempeño fue la maquinaria agrícola, seguido de autopartes y fundición. También el sector automotor registró un crecimiento del 7,1 por ciento. Adefa, que nuclea a las terminales, detalló la dinámica despareja entre los autos y los utilitarios. En agosto, la producción de autos cayó un 4,5 por ciento frente al mismo mes del año pasado, mientras que los utilitarios avanzaron un 12,1 por ciento.
Entre los sectores de desempeño negativo resalta el textil, con una baja del 2 por ciento en la comparación anual, que llega a una merma del 12,4 en ocho meses. Los números de la Fundación Protejer dan cuenta de una caída del 25 por ciento en el nivel de actividad industrial durante el año pasado a raíz del impacto combinado de la retracción del mercado interno y la suba de importaciones. Sobre ese “piso bajo”, en el período enero-julio de 2017 se registra una merma de la actividad del 12,9 por ciento respecto del año pasado. Se espera que el sector cierre el año con una caída del 5 por ciento en relación a 2016.
También mostró una baja la industria alimenticia del orden del 2,6 por ciento en agosto, a partir de la merma de lácteos (-5,5), bebidas (-4,5), carnes blancas (-2,6) y molienda de cereales y oleaginosas (-2,0). Presentaron mejoras en agosto Papel y cartón y Edición e impresión.