La reunión de la mesa chica de la CGT con los gremios enrolados en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) no sólo sirvió para “fijar criterios” comunes con vistas al Comité Central Confederal que se realizará el próximo martes. También se utilizó para profundizar “el proceso de unidad” que llevan adelante los sectores conocidos como Gordos e independientes y que buscan reinsertar al MASA en lo que se podría denominar como la vida institucional de la central obrera.
El encuentro se realizó en la sede que la Federación Argentina de Peones de Taxi, el gremio conducido por Omar Viviani, tiene en el barrio porteño de Boedo, a una cuadra de donde estaba el viejo estadio de San Lorenzo. Allí, el principal referente del MASA recibió a la mesa chica cegetista y, casi por sorpresa, a representantes de las 62 Organizaciones Peronistas.
La charla giró primero alrededor del Confederal del martes de donde, coincidieron, no surgirá un plan de lucha y en todo caso servirá para hacer un análisis de la situación que vive el sindicalismo frente a las políticas implementadas por el gobierno nacional y, sobre todo, el diálogo que mantienen con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
Durante la conversación el MASA reiteró su compromiso de participar del Confederal a pesar de la posible presencia del moyanismo con el que mantiene profundas diferencias.
El resto del encuentro, que duró cerca de cuatro horas, se lo llevó el tan mentado proceso de unidad. “Hoy se produjo el puntapié inicial para avanzar en el camino de la unidad de la totalidad de los espacios gremiales que integran el movimiento obrero organizado. Comenzó a transitarse un sendero común. Pero ese gran objetivo requerirá de un debate interno que aleje los personalismos y priorice las coincidencias y una propuesta programática que siempre impulsó el MASA”, indicó con posterioridad Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria y segundo en la conducción del MASA.
El detalle fue que Juan Carlos Schmid, que pertenece al universo moyanista, se retiró temprano y eso habilitó mayor libertad para hablar de la unidad que, para estos sectores, no incluye al moyanismo al menos en los acuerdos previos para concretarla.
Las voces cantantes de este sector fueron Viviani y Sasia, que estuvieron acompañados por Norberto Di Próspero (legislativos) y Juan Palacios (comunicaciones-Aatrac), entre otros. Por la mesa chica de la CGT estuvieron los triunviros Schmid y Carlos Acuña y los dirigentes Andrés Rodríguez (UPCN), Francisco Gutiérrez (UOM), Roberto Fernández (UTA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Sergio Romero (UDA), entre otros. Por las 62 Organizaciones estuvo Ramón Ayala, de la Uatre, y el titular de conductores de taxis, José Ibarra, que llegaron acompañados de otros cinco dirigentes de lo que supo ser el brazo político del movimiento obrero.