La Policía de Jujuy reprimió ayer a los trabajadores del Ingenio Ledesma para intentar liberar la ruta 34 durante la manifestación que realizaban después de quince días de paro por un reclamo salarial. “Los trabajadores y sus familias piden que Ledesma iguale la oferta de aumento salarial que hubo en los demás ingenios que fue del 31 por ciento y ellos ofrecen poco mas de veinte por ciento”, explicó a Páginai12 la concejal de Nuevo Encuentro, Patricia Gutiérrez, desde la ruta. Los trabajadores lograron resistir el desalojo y se mantuvieron en la ruta. Anoche continuaban llegando vecinos para solidarizarse con los obreros.
“La única que pueden resolver esto es la empresa”, señaló Gutiérrez mientras se reorganizaban los seiscientos trabajadores y sus familias frente al Ingenio sobre la ruta, después de enfrentar a la infantería de la policía local. Encabezados por Rafael Vargas, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma, los empleados mantuvieron un paro general en la planta durante quince días con un corte total de la ruta a la espera de “la reapertura de la negociación salarial”. Las fuerzas de seguridad actuaron “acatando una orden dispuesta por el juez federal Wenceslao Cardozo”, informaron en el sindicato denunciando la iniciativa del juez.
“Hace quince días que estamos en medidas de fuerza pero la empresa se niega a negociar. Lo único que ha hecho el Gobierno es ordenar el desalojo, mientras la empresa aprieta y ningunea los reclamos. Ahora está lleno de policías y acá hay familias enteras”, había apuntado Vargas antes de que comenzarán a reprimir tirando gases lacrimógenos y balas de goma hacia los manifestantes. La intervención de la fuerza de seguridad jujeña fue denunciado por Enrique Washneider, asesor legal del Soeail, quien repudió que “se hayan utilizado no solo balas de goma sino también perdigones”. El intento de desalojo comenzó alrededor de las 19.30, cuando la tensión llegó a su punto más alto ante la gran cantidad de efectivos y la decisión de los trabajadores de mantener su reclamo pese a todo.
Efectivos de varias escuadras pertenecientes a distintos cuerpos de seguridad de la provincia, que se encontraban en el lugar desde el mediodía, avanzaron contra los trabajadores que se resistían a abandonar la ruta enfrentando la represión policial con piedras y lo que encontraran a mano.
Los representantes del gremio y los afiliados reclaman que la empresa de la familia Blaquier equipare el salario de 21.900 pesos acordado en el ingenio salteño San Isidro. Ledesma, en cambio, propuso un salario básico de 11.400 a 14.000 pesos que sumando adicionales de paritarias llegaría a los 20.000 pesos.
“Los trabajadores de Ledesma vinieron a ver si yo podía actuar. Les dije que no tengo ningún problema en lo personal y en lo ministerial, pero no puedo actuar sobre algo que está a nivel nacional”, se desentendió del conflicto señaló Jorge Cabana Fusz, el ministro de Trabajo del gobierno de Gerardo Morales, que está bajo la mirada de organismos internacionales de derechos humanos por acusaciones de persecución política y gremial. Además el funcionario agregó que era “un tema grave pero no nuevo, porque vuelve a repetirse la historia del año pasado”. Sí se hizo cargo de la represión: “La seguridad no depende de la Nación, sino de la provincia, se está cortando una ruta internacional, que es un corredor bioceánico.”