El sábado pasado, al mismo tiempo que se publicaba la tapa de este suplemento, un amplio grupo de personas buscaba responder a la pregunta del título, de quién es una ciudad. La respuesta fue taxativa y clara, porque lo que esas personas y ONGs crearon en asamblea fue una organización-paraguas llamada Es Nuestra Buenos Aires. Lo que surgió del acto fundador el sábado pasado no fue un rezongo ni una crítica sino un análisis que muestra, en sus repudios, qué fina es la percepción de los vecinos de esta ciudad sobre los asuntos que los afectan. El político o aspirante a político que no agregue a su agenda el tema patrimonial y el del manejo de la tierra, el que no sepa qué contestar cuando le cuestionen la densidad urbana, el que no tenga posición tomada ante los especuladores, no tiene un futuro muy largo en la cosa pública.
Para dar una idea, lo primero que hicieron los flamantes Es Nuestra Buenos Aires fue declarar que la Legislatura porteña “es parte esencial de la entrega de la Ciudad a las corporaciones inmobiliarias”. A esta dura y exacta declaración le siguió el detalle que los legisladores en bloque son también parte activa en “la profundización de la mercantilización, del aumento de la desigualdad y la fragmentación urbana, de la privatización, y tanto del colapso de los servicios públicos como del carácter expulsivo de la Ciudad”. Para mostrar qué lejos están nuestros hacedores de leyes de solucionar las verdaderas cuitas porteñas, los fundadores le pusieron el sobrenombre de LegIRSAtura, por la megaempresa inmobiliaria tan amiga del Jefe de Gobierno de turno, y la definieron como “una mera escribanía de la especulación inmobiliaria y de los intereses rentísticos”.
La declaración también contiene un rechazo al nuevo código porque “únicamente atiende a las necesidades del mercado inmobiliario y financiero” y a la sanción apurada del Masterplan en los playones ferroviarios de Colegiales. Este es un caso particular de lo primero, ya que se aprobarán edificios de ocho pisos sin prestar atención a la repetida propuesta de los vecinos de hacer un parque. La misma mirada se aplica a la media sanción de cinco terrenos ferroviarios nacionales a rezonificar y vender, en lugar de hacer espacios verdes, como el macrismo vive predicando pero no haciendo
Y si alguien piensa que estos son rezongos de algunos despistados, aquí va la lista final de los fundadores del grupo: Observatorio del Derecho a la Ciudad, Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria, Hábitat International Coalition, Red de Vecinos Manzana 66 Verde y Pública, Taller Libre de Proyecto Social FADU-UBA, Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas, Fundación TIAU, Vecinos X Roccatagliata, Emergentes - Comunicación y Activismo, Asociación por la Justicia Ambiental, Asamblea de Inundados de Parque Chas, Red Interparques, Surbanistas, Fundación Rumbos, Urbana Te Ve, Proyecto Riachuelo, Basta de Mutilar Nuestros Árboles, Movimiento Popular La Dignidad, Frente de Organizaciones Salvador Herrera, Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Villa Pueyrredón y Agronomía, Asamblea Cine Teatro-Urquiza, Federación de Villas, Movimiento Comunero, Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, Programa Interdisciplinario sobre Marginaciones Sociales UBA, Vecinos por el Parque de la Estación, Fundación Alameda, Defensa del Espacio Público y Parque Caballito, Buenos Aires Sostenible, Patrimonio Almagro Boedo, Vecinos Autoconvocados No a las Torres en Catalinas Sur, Queremos Buenos Aires, Asamblea Villa Urquiza, Periódico El Adán de Buenos Ayres, SOS Caballito, CTA, Cooperativa La Asamblearia, Espacio Intercuencas, Club del Paisaje, Vecinos en protección del Parque Leonardo Pereyra, Vecinos Autoconvocados por Casas Bajas de Villa Pueyrredón, Instituto Sampay, SUBI (Somos Usuarios Bien Indignados), Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Multisectorial contra el Tarifazo, Cátedra Gestión Urbana Contemporánea, Usina Cultural del Sur, Hábitat para la Humanidad-Argentina, Asamblea Todxs por el Irigoyen, Vecinos por el 25 de Mayo, Proyecto 7 - Monteagudo - Frida - Che Guevara, Agenda Urbana, Asamblea Beccar, Autoconvocados por los Trenes, Movimiento Organización Popular, Instituto de Energía Scalabrini Ortiz y Sonia Berjman.
Y también para dar una idea del compromiso del macrismo con los intereses que niega defender, SOS Caballito comunicó que por novena vez el mismo jefe de Gobierno del PRO presentó el proyecto para que IRSA pueda hacer un shopping en los terrenos ferroviarios de Caballito. Es una tradición de defensa de la mayor empresa de shoppings del país que inauguró Mauricio Macri y sigue Horacio Rodríguez Larreta, y que demuestra más que el poder de lobby de la firma el íntimo compromiso con sus intereses que tienen en el poder. Es, como señalan los vecinos, “un triste papel de gestor” que hace el gobierno porteño, que urge a su bloque y a sus aliados a aprobar la rezonificación como si fuese un asunto público de primera importancia.
Prioridad automovilista
El arquitecto Alejandro Epstein, vecino de Saavedra, encontró una verdadera perlita de planeamiento urbano macrista. Para entenderla en toda su gravedad hay que recordar la aburrida insistencia en rehacer calles con malos materiales y peor diseño que aflige al Centro, con el slogan de la Prioridad peatón. Pues resulta que en Saavedra el Metrobus de la avenida Cabildo generó un verdadero colapso del tránsito porque quedan dos carriles para los coches en lo que sigue siendo una de las vías principales de comunicación con la zona norte. La solución no fue rediseñar o cancelar el sistema mimado del gobierno porteño, tan lindo en las fotos. Lo que se hizo fue ensanchar la calzada en calles paralelas de modo de poder redirigir el tránsito a la General Paz. O sea, achicar las veredas...
Con lo que calles como Conesa, en zonas residenciales que nunca fueron pensadas ni construidas para ser otra cosa que tranquilas, ahora están siendo repavimentadas y serruchadas. La obra es además baratieri, con lo que no se tocan los postes de alumbrado ni las bocas de tormenta: las luminarias quedan pegaditas al cordón y los desagües sobresalen. La chapucería es tal que se están levantando pavimentos en buen estado para hacerlos de nuevo, pero más anchos.
Más escuelas
En Caballito tienen una propuesta que deslumbra por su simplicidad: ya que faltan vacantes en las escuelas porteñas y falta lugar para talleres de educación, el gobierno porteño debería comprar el viejo Colegio Santa Rosa y volver a abrirlo como una escuela pública. El ex colegio, ahora cerrado, es una hermosa pieza patrimonial que se intentará vender para demoler y hacer otra fea torre, lo que va a generar la guerra de amparos y trabas que ya es esperable en estos casos. Igual habrá algún “inversor” tan ingenuo como para creer en las garantías de algún funcionario de que “no pasa nada” y se va a encontrar con la obra parada por años, como la del Roccatagliata, por ejemplo.
En contraste, hay que pensar que el Santa Rosa fue construido como colegio, cuenta con los espacios necesarios y es conceptualmente de simple refacción y renovación. Si se suma que tiene valor histórico y comunitario, la ecuación le cierra a cualquiera que no piense en todo terreno no ocupado por una torre como un potencial desperdiciado.