Ivonne Pierron murió ayer a los 88 años. Pierron era la única de las monjas francesas que quedó viva luego de que sus compañeras Alice Domon y Léonie Duquet fueran secuestradas, torturadas y asesinadas en 1977, por la última dictadura cívico-militar. Desde el retorno de la democracia, Pierron vivió en Posadas, Misiones, donde seguía vinculada a labores religiosas y de defensa de los derechos humanos. El gobierno local decretó el duelo provincial.
“Despertando conciencias para la libertad”, definía Ivonne su labor en la Argentina como miembro de la orden Misiones Extranjeras, que compartió con sus compañeras que permanecieron desaparecidas hasta que en 2005 fueron identificadas por el Equipo de Antropología Forense. Habían sido torturadas y luego arrojadas al mar en los denominados “vuelos de la muerte”.”Luchadoras, eso eran”, dijo Pierron sobre sus compañeras.
La salud de la monja sobreviviente del horror se había deteriorado durante los últimos años y su fallecimiento ocurrió el jueves por la noche en Santa Rita, un barrio de la capital misionera al que se había mudado después de desarrollar su tarea catequística durante varios años en Pueblo Illia, un paraje en medio del monte misionero. La monja no solo compartió la orden y la misión de Domon y Duquet, sino que fue su amiga. Sobrevivió a la dictadura “porque yo no era tan santa como mis compañeras” y porque “en toda lucha hay siempre un sobreviviente para contar la verdadera historia”, relató en “Missionaire”, el documental sobre su vida realizado en 2004.
Logró escapar del asedio de los grupos de tarea porque la embajada francesa diseñó un operativo que consistió en maquillarla, vestirla como anciana y luego sentarla en una silla de ruedas para finalmente subirla a un avión y sacarla del país. Volvió a la Argentina con la democracia, en 1983, y se instaló en el monte misionero, donde levantó una obra con el dinero de su jubilación y los donativos que consiguió de su familia y de amigos argentinos. “Ivonne nos enseña a no agacharnos”, indicó uno de los pobladores del paraje que di su testimonio en el documental.
Cuando los restos de Léonie Duquet fueron identificados y tiempo más tarde inhumados en la iglesia Santa Cruz, del barrio porteño de San Cristobal, Ivonne viajó a Buenos Aires para la ceremonia. “La historia se repite. A Jesús lo mataron porque molestaba mucho al poder. Hoy tenemos la prueba, la prueba de que eran ellas, que sólo nos induce a luchar más”, dijo en su discurso.
El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, dispuso un “duelo provincial” por el fallecimiento de la religiosa, a la que definió como una “insigne luchadora por los derechos humanos”. Sus restos serán inhumados en Pueblo Illia, el paraje que eligió para volver después de sobrevivir al terrorismo de Estado.