Julián Domínguez llamó a votar a Cristina Kirchner. No lo dijo con todas las letras, pero escribió en su cuenta de Twitter: “Debemos unir fuerzas y consolidar el voto para hacer todo lo posible para cambiar la dirección de este gobierno.” En el lenguaje de la política fue un mensaje claro de que a pesar de haber acompañado en las primarias a Florencio Randazzo ahora considera que los peronistas deben votar en las generales de octubre a Unidad Ciudadana y desde su entorno lo ratificaron. “Entre Macri y Cristina, Julián elige a Cristina”, sintetizaron y no descartaron una próxima reunión con CFK y una convocatoria explícita a apoyar su candidatura a senadora en la provincia de Buenos Aires.
Domínguez explicitó en Twitter cuál cree que es el camino que deben seguir los peronistas luego de reunirse con Randazzo. Ambos se juntaron el miércoles y luego difundieron una foto para hacer público el encuentro. Hacía tiempo que no se mostraban juntos. El ex presidente de la Cámara de Diputados fue una de las principales figuras detrás de la postulación del ex ministro del Interior, pero luego quedó excluido de las listas de Cumplir.
La herida que dejó ese cierre de listas quedó expuesta cuando Domínguez faltó a la presentación de los candidatos de Cumplir. Cerca del también ex ministro kirchnerista juran que eso no tiene nada que ver en su decisión de alentar ahora a los peronistas a votar a CFK.
“Quien tiene mayor posibilidad de dar una pelea contra el modelo que encarna Macri es Cristina”, es el análisis que hace Domínguez. También considera que, así como están, los peronistas se encaminan hacia otra derrota el 22 octubre. Su cálculo es que el peronismo va a la elección dividido en tres porque en su cuenta no solo incluye los espacios que encabezan CFK y Randazzo, sino también el Frente Renovador de Sergio Massa.
Dicen a su alrededor que eso fue lo que le planteó en la reunión del miércoles a Randazzo, de quien estiman que con suerte podría arañar un 4 por ciento de los votos. “Fue un encuentro cordial en el que tuvieron una charla de síntesis, ya reflexiva”, cuentan. Sobre el contenido de esa conversación añaden que, salvo porque ahora se conocen los resultados de las primarias y los números de las encuestas para las generales, Domínguez no le dijo nada demasiado distinto a lo que le manifestó en los días previos al cierre de listas, tras la reunión que mantuvo con CFK. “En su momento Julián le aconsejó que arreglara con Cristina y fuera de primer candidato a diputado”, recuerdan.
El tuit de Domínguez no sorprendió a quienes siguen de cerca la política del peronismo bonaerense. Darío Golía, dirigente de su espacio y ex intendente de Chacabuco, había anunciado hace unas semanas su apoyo a Unidad Ciudadana. El camino que tomó Golía y ahora toma Domínguez es el que emprendieron varios peronistas que estaban con Randazzo. La baja más importante para el candidato a senador por Cumplir fue, por el peso que tenía en su armado, la del intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta. Al ex ministro de Transporte también lo dejó esta semana el intendente de Castelli, Francisco Echarren, quien se sumó a una lista en la que ya figuraban sus pares de Coronel Pringles, Carlos Berterret, y Coronel Rosales, Mariano Uset.
Domínguez sostiene que lo que se dio en la provincia de Buenos Aires no fue lo mejor para el peronismo. “Fue un proceso perdedor”, resumen quienes lo acompañan, pero aclaran que en el escenario que quedó planteado no tiene dudas de que hay que votar a Unidad Ciudadana y “va a apoyar a sus compañeros”.
Ahora Domínguez está en Santiago del Estero, la provincia adonde proponía llevar la Capital Federal allá por 2015, cuando hacía campaña como precandidato a presidente. Su viaje forma parte de los contactos políticos que mantiene y entre los que se cuentan en los últimos tiempos reuniones con los gobernadores de San Juan, Sergio Uñac, y de La Rioja, Sergio Casas.
Días atrás un secretario de Cristina Kirchner le dejó un mensaje. El contacto no pasó de ahí, pero en un tiempo cercano podría traducirse en una foto de la ex presidenta y quien fuera su ministro de Agricultura. Domínguez decidió dejar de lado los rencores que surgieron con algunos kirchneristas hace dos años, durante la campaña de las primarias a la gobernación bonaerense que perdió a manos de Aníbal Fernández. Asegura que hacia CFK solo guarda “gratitud” y da señales de que “en términos políticos ella puede contar él para lo que necesite”. Tal vez en unos días pase de llamar a los peronistas a “unir fuerzas” contra Macri a pedirles abiertamente que voten a Cristina Kirchner para ponerle un límite al ajuste.