El objetivo formal de la Ley era la reparación histórica para poder pagar los juicios de los jubilados. Pero tras ese slogan legitimador, vino el blanqueo, la licuación de bienes personales y la posibilidad de liquidar el Fondo General de Sustentabilidad.
La reparación a nivel nacional alcanzó a 800.000 jubilados, implicó en la mayoría de los casos una muy baja mejora (menos de $900 promedio), permitiendo que quienes habían evadido impuestos regularicen su situación sin reingresar al país los recursos que habían fugado. Además estableció la armonización de las cajas provinciales, lo cual implica pérdida de derechos para los trabajadores/as de la mayoría de las provincias.
Todos los sistemas previsionales (nacional ‑ cajas provinciales) se financian básicamente con los aportes y contribuciones de trabajadores, aportes patronales y recursos fiscales. El sistema previsional nacional se financia en un 56,2% en base a esos aportes y contribuciones, un 34,8% con recursos fiscales (IVA, Ganancias, otros) y un 10% con otros recursos (Por ejemplo, aportes del FGS).
El problema que vamos a tener pronto (si este proceso donde las patronales reclaman la baja de aportes so pretexto de favorecer el incremento del trabajo registrado y ayudar a que se generen nuevos empleos), será la reducción drástica del porcentaje correspondiente a aportes patronales y contribuciones con los cuales se sostiene el pago de las jubilaciones.
La Ley de "reparación histórica" prevé con el eufemismo de "armonización" la unificación nacional de las condiciones de acceso a los beneficios de la previsión social: las cajas provinciales deben ajustar sus condiciones de jubilación a los parámetros de las leyes nacionales Nro. 24.241 y para los docentes a la Nro. 24.016.
Esto implica pérdida de derechos previsionales para los trabajadores/as de muchas provincias, entre ellas, la provincia de Santa Fe, cuyos regímenes establecen mejores condiciones para acceder al beneficio previsional. El gobierno Nacional recurre a la extorsión económica (retaceando recursos) para avanzar en este sentido.
Con la armonización, la jubilación docente está en la mira. La experiencia acumulada en estos años de lucha es un plus que nuestras organizaciones sindicales deben hacer valer en este momento enfrentando en unidad este ataque a los trabajadores/as.