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Desde San Sebastián
Vaya paradoja: en el peor momento de la industria cinematográfica argentina, cuando está siendo vapuleada desde el gobierno con las resoluciones del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) que buscan asfixiar la producción local, y mientras la comunidad audiovisual resiste con fortaleza, los artistas del cine nacional demostraron anoche en el Festival de San Sebastián que, a pesar de esos vientos de cambio que propone la oleada neoliberal, el mar de la creatividad ruge con fuerza. Las dos películas argentinas que participaron de la Competencia Oficial de la 65º edición de la muestra donostiarra fueron premiadas en rubros muy importantes: por Alanís fueron galardonadas Anahí Berneri y Sofía Gala Castiglione en las categorías Mejor Dirección y Mejor Actriz. Diego Lerman y María Meira fueron reconocidos en el rubro Mejor Guión por Una especie de familia, dirigida también por Lerman. La Concha de Oro a la Mejor Película, en tanto, fue para The Disaster Artist, del actor y director estadounidense James Franco.
Primera mujer en la historia del festival en ganar la Concha de Plata a la Mejor Directora, Berneri señaló al subir al escenario: “¡Qué honor enorme! Agradezco al jurado. Es un premio soñado en el festival que más quiero”. No es para menos: la cineasta es muy reconocida en la muestra donostiarra ya que Alanís fue su tercera película en integrar la competencia, que en esta edición cierra de la mejor manera. “Comparto este premio con todas las mujeres directoras de cine. ¡Es nuestro, chicas!”, dijo. Agradeció a la agrupación que integra, Proyecto Cine Independiente (PCI), a Fundación Sagai (que organizó la propuesta de un corto del que surgió este largometraje) y quiso compartirlo con todo el equipo, “muy especialmente con todas las mujeres que han inspirado esta película y que nos han contado con mucho valor sus historias de vida”, concluyó Berneri.
Las mujeres a las que refirió la realizadora argentina son personas que han tenido vínculo con la prostitución, tema que atraviesa la historia ya que Alanís pone el foco en la dignidad de una prostituta que es madre de un niño muy pequeño al que amamanta y se ve obligada a sobrevivir en una contexto hostil. “¡Qué nervios!”, expresó Gala Castiglione al recibir la Concha de Plata, también con un gran mérito. “Quiero compartir este premio con todo el equipo de Alanís, con Anahí Berneri, la mejor directora lejos. ¡Te amo Anahí!”, expresó la actriz visiblemente emocionada. Luego enumeró una larga lista a quienes quiso dedicarles la distinción: a su padre fallecido, su madre Moria Casán, su hijo y su marido. Y también “a las mujeres que son las protagonistas de esta película. Y a las mujeres fuertes porque ¡podemos y el futuro es nuestro!”. Alanís también obtuvo el Premio paralelo de la Cooperación Española, para la película latinoamericana que mejor contribuya al desarrollo humano, la erradicación de la pobreza y el pleno ejercicio de los DDHH.
El Jurado Oficial, presidido por el actor John Malkovich, premió a Lerman y Meira por el brillante guión de una película notable que habla sobre la adopción ilegal, las mafias y la necesidad imperiosa que tienen muchas mujeres de cumplir el sueño de ser madres, a veces a toda costa. “Quiero compartirlo con mis compatriotas cineastas argentinos que estamos viviendo una situación difícil y frágil porque está en riesgo hacer películas como Una especie de familia y tantas otras. Apoyo la diversidad, la pluralidad del cine y las miradas”, afirmó Lerman en alusión al conflicto que está muy lejos de aplacarse.
En la Competencia Oficial el mejor actor fue Bogdan Dumitrache por Pororoca, mientras que el Premio Especial del Jurado lo obtuvo la española Handia.