Un pasacalles, colgado en la Plaza 25 de Mayo, del otro lado de la Catedral y de la Casa de Gobierno provincial, es una de las pocas señales que por estos días anuncian en las calles de Resistencia la llegada del 32° Encuentro Nacional de Mujeres, en apenas dos semanas. La comisión organizadora sigue tejiendo acuerdos para poder garantizar el alojamiento en escuelas, clubes y centros comunitarios, a las más de 50 mil visitantes que colmarán la capital chaqueña, con una capacidad hotelera de 3000 plazas ya completa igual que la de su vecina Corrientes. Están pidiendo que se ofrezcan piezas en casas de familia. Y en Facebook se creó un grupo para ofrecer y encontrar lugar para dormir.
Como en ningún otro acontecimiento en el país, por tres días, del 14 al 16 de octubre, las mujeres y mujeres trans serán protagonistas: debatirán e intercambiarán experiencias, sin la presencia de varones, en 71 talleres –que en este año incluye, por primera vez, uno de “activismo gordo”– y múltiples actividades paralelas, políticas, artísticas y culturales. Y marcharán al cierre, para hacer oír el reclamo histórico por la despenalización y legalización del aborto y contra las violencias machistas, los femicidios y la trata para explotación sexual, entre otras demandas, con claro temor de que haya represión policial y detenciones arbitrarias, como ocurrió en los últimos dos ENM, en Mar del Plata y Rosario, y este año, después de la movilización por el 8 de Marzo en la ciudad de Buenos Aires, y se empañe así otra vez la celebración. Desde la comisión organizadora, integrada por mujeres de colectivos de mujeres y agrupaciones políticas, se está pidiendo a las participantes no provocar a las fuerzas de seguridad con pintadas en la Catedral.
Las elecciones legislativas, que tendrán lugar apenas una semana después, marcarán, sin dudas, el 32° ENM, como las consecuencias del ajuste económico y la desocupación que golpean con más fuerza sobre los cuerpos femeninos, la desaparición forzada de Santiago Maldonado y la de numerosas pibas en esta provincia, como en otras. Según cifras del Registro de Personas Desaparecidas de Chaco, se desconoce el paradero de al menos 22 mujeres, la mayoría de 13 a 20 años. Uno de los casos más emblemáticos es el de Maira Benítez: la adolescente, de 18 años, salió a bailar en la madrugada del 17 de diciembre en Villa Ángela, en el sudoeste de la provincia. Desde ese momento está desaparecida y su familia denuncia que no se la está buscando, tal como informó PáginaI12. El nombre de Maira resonará en el ENM. También el de Ayelén, víctima de femicidio en julio: la niña de 13 años fue llevada a un hotel de alojamiento en Resistencia por un policía provincial, de 31 años, quien la asesinó con su arma reglamentaria y luego se suicidó.
La ciudad de Resistencia ofrecerá un paisaje tristemente novedoso a las visitantes: como nunca antes, dicen los lugareños, se puede ver gente durmiendo en las calles.
Trabajo
“Para nosotras este momento es muy especial. El ataque que están sufriendo las organizaciones sindicales y el trabajo es muy fuerte y los procesos de criminalización crecientes de las protestas y estigmatización de líderes y de mujeres son temas que tienen que estar muy presentes en este Encuentro”, señaló a PáginaI12 Estela Díaz, 54 años, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA de los Trabajadores. Díaz advirtió sobre las dificultades que tendrán muchas mujeres del área metropolitana y del sur de país para viajar, por la distancia con Chaco. “Apostamos a la movilización de la región”, indicó. En cada taller, adelantó, leerán un documento donde objetan el modo de elección de la sede de este ENM. “Debería haber sido Buenos Aires. No se respetó la voluntad de la mayoría. Se hizo una maniobra. Se votó casi dos horas antes del cierre y sin sonido”, denunció Díaz. El tema fue eje de fuertes cruces y discusiones en la finalización del 31° ENM: en cada Encuentro, la próxima sede se define por aclamación, después de la lectura de las conclusiones, y en Rosario se dio en el marco de una situación confusa. Un ENM al filo de las elecciones de medio término, en el corazón del gobierno macrista, hubiera tenido otra visibilidad.
Además del planteo de la defensa del trabajo, la CTA llevará al ENM el reclamo por la libertad de Milagro Sala y de las demás presas políticas y también, el fenómeno de la desaparición de jóvenes mujeres. “Esperamos que en la jornada de movilización no haya represión”, exhortó la sindicalista. El recorrido de la marcha del domingo se resolvió en una reunión plenaria de la Comisión Organizadora el sábado de la semana pasada: saldrá de la Universidad Nacional del Nordeste, donde se desarrollarán los talleres, bordeará la Plaza 25 de Mayo, pero sin pasar por delante de la Catedral, la Casa de Gobierno provincial ni los tribunales, y terminará en el Parque de la Democracia, en las afueras de la ciudad, a unas treinta cuadras del centro. La apertura será el sábado a la mañana en el Club Sarmiento, que preside Capitanich.
Femicidios
Por estos días se están preparando para estar en Chaco en dos semanas miles de mujeres de distintos puntos del país: de pueblos originarios, académicas, lesbianas, trans, estudiantes, activistas, de partidos políticos y sindicatos, amas de casa de los barrios, desempleadas. Desde Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), la organización que responde a la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda, viajarán a Resistencia unas setecientas jóvenes.
–¿Qué expecativa tiene para este ENM? –le preguntó este diario a Raquel Vivanco, de 39 años, coordinadora nacional de Mumalá y candidata a diputada nacional por CABA en 1 País, la fuerza que lidera Sergio Massa.
–En un contexto eleccionario en donde todos los partidos políticos tuvieron que incorporar en sus plataformas los reclamos surgidos con el Ni Una Menos, es más que importante que las mujeres volvamos a movilizarnos con consignas claras como el aborto legal, basta de femicidios y paridad en las listas, que representan las principales deudas que tiene la democracia con nosotras. Vamos a gritar fuerte que el Estado es responsable de que nos maten por el solo hecho de ser mujeres –señaló.
Mirna Lucaccini tiene 21 años y estudia Ciencia Política en la Facultad de Sociales de la UBA, donde milita en la Corriente Universitaria Protagonismo Popular (CUPP), una organización que en el mapa nacional se ubica dentro de Unidos y Organizados. En la Facultad están haciendo rifas y festivales para juntar fondos para poder viajar un grupo de estudiantes. “Es difícil llegar a Resistencia por el precio del transporte”, comentó a este diario. Será su tercer ENM.
–¿Qué talleres pensás elegir? –le preguntó PáginaI12.
–Me cuesta elegir un taller porque hay muchos temas interesantes. Pero lo cierto es que si antes me entusiasmaba ir al de aborto, hoy con los retrocesos que hubo con el gobierno de Macri, tenemos que defender la educación sexual integral.
–¿Qué es lo que más te gusta de los ENM?
–Lo más lindo es ver las plazas, los bares, el espacio público copado de mujeres. Las discusiones y los lazos de solidaridad que se crean. Una no vuelve igual.
En el Colegio Pellegrini, un contingente de 30 chicas de 15 a 19 años se están preparando para viajar, por primera vez a un ENM, acompañadas por docentes, entre ellas Ofelia , de 17 años, presidenta del Centro de Estudiantes.
–¿Qué esperas del ENM? –le preguntó este diario.
–Pensar en una ciudad como Resistencia, totalmente colapsada de ese empoderamiento femenino, no poder caminar sin ver compañeras, me parece algo prometedor.