Cuando se desconcentraba la marcha, los desconocidos de siempre agredieron a camarógrafos y periodistas de Crónica TV, C5N y América noticias sobre Avenida de Mayo. Al de C5N, uno de los hombres –cuyo rostro se ve a la perfección– le rompió la cámara de una trompada. Se trataba de encapuchados que, curiosamente, se llevaban la mano al oído como si tuvieran un auricular. “Eran personas que tenían más pinta de policías, porque tenían actitudes muy violentas”, indicó un fotógrafo del diario Clarín. De hecho, otro grupo de integrantes de la Policía de la Ciudad con capuchas y mochilas había sido fotografiado previamente en avenida Belgrano y Defensa.
La secuencia fue así: los encapuchados comenzaron a lanzar bombas de estruendo hacia la policía e intentaron realizar pintadas frente a la Catedral, pero –alertados por la represión que se desató en la marcha anterior por Santiago Maldonado– los manifestantes rodearon al grupo de violentos al grito de “infiltrados” y los filmaron todo el tiempo. Allí es cuando decidieron volverse contra los que los fotografiaban y filmaban. Finalmente, tras agredir a periodistas y manifestantes, pudieron marcharse ante la inacción de la policía de uniforme.
Hace un mes, dos horas después de terminada otra movilización por Santiago Maldonado, un grupo de encapuchados similares empezó a causar disturbios, lo que habilitó a la Policía de la Ciudad a iniciar una verdadera cacería de la que no se salvaron transeúntes, turistas ni periodistas que registraban los hechos. En el tiempo que fueron detenidas las treinta personas hubo humillaciones y vejaciones a las mujeres, que fueron obligadas a desnudarse y fueron filmadas por los policías. Luego se comprobó que las actas de detención incluían datos falsos sobre las horas, lugares y motivos del arresto.