Los bonaerenses Emiliano Spataro y Christian Ledesma lograron ayer un triunfo soñado en el autódromo “Oscar y Juan Gálvez”, al imponerse bajo la lluvia, con un auto recuperado durante un fin de semana que había comenzado adverso, en la duodécima edición de los “200 kilómetros de Buenos Aires” de Súper TC2000.
En la gran capacidad del equipo Sportteam, que cobija a una parte de los representantes de Renault en la categoría, radicó gran parte de aquella victoria en el trazado porteño, donde Juan Ángel Rosso y Sebastián Peluso dieron la sorpresa al finalizar segundos con un Focus, y donde Bernardo Llaver y Santiago Urrutia completaron el podio con un Cruze.
El segundo entrenamiento del viernes representó un desafío impensado para la dupla Spataro-Ledesma, porque al marplatense se le desacomodó el Fluence en la entrada a la “S del Ciervo” durante esa sesión e impactó contra la contención, generando graves roturas en el vehículo. Un arduo trabajo realizó durante toda la madrugada del sábado la estructura dirigida por Sergio Polze para devolver a pista la unidad número 22, que hacía su estreno absoluto este fin de semana en el circuito 15 del trazado porteño.
Con la carrocería reparada, pero con naturales deficiencias en la puesta a punto, el binomio Spataro-Ledesma logró terminar undécimo y vigésimo primero en las tandas de entrenamientos del viernes, y decimoctavo en la clasificación, una posición para nada alentadora.
A la lluvia se abrazó Spataro y su equipo para conseguir remontar tantas posiciones en la final. Ledesma, encargado de largar la carrera, fue quien salió a pista a realizar el warm up que las autoridades deportivas resolvieron hacer minutos antes de la final, para intentar secar los peligrosos charcos de agua que presentó el circuito en algunos tramos tras las lluvias caídas en la madrugada del domingo, sobre todo en la zona del curvón Salotto y el ingreso a la chicana de Ascari.
El marplatense, con su experiencia a cuestas, sugirió comenzar la carrera con neumáticos para lluvia, para aprovechar lo máximo posible la velocidad de curva que ese compuesto le daría en aquellas variantes. Después de un debate interno, el equipo accedió.
Así, Ledesma comenzó a ganar posiciones mientras Ricardo Risatti, con el Fluence de Facundo Ardusso, lograba escaparse en la delantera en cada una de las neutralizaciones que tuvo la carrera hasta la vuelta 14, cuando comenzaron a realizarse, de manera un tanto desprolija, los cambios de pilotos en la calle de boxes.
Para los giros finales quedó reservada la emoción deportiva de una competencia que terminó por tiempo a causa de tantas interrupciones. La aparición de una garúa benefició a Peluso, que manejaba un Focus equipado con cubiertas con dibujo, y contra todos los pronósticos lo depositó en el primer lugar, tras superar a Leonel Pernía y Mariano Werner, que venían con gomas lisas.
Cuando la llovizna ya era más intensa, en su búsqueda fue Spataro, que había instalado dos neumáticos ancorizados en el sector delantero cuando reemplazó al volante a Ledesma. Y finalmente ganó el piloto de Lanús, luego de un par de maniobras ásperas y de sostener a su vehículo en pista en una de esas acciones, pese a resbalar casi de costado durante varios metros.
El desahogo en el box del Sportteam fue total. Los pilotos ganadores se subieron al techo de su auto y celebraron, incluso Ledesma con lágrimas en los ojos. Como premio extra, Spataro quedó como escolta en el campeonato de Facundo Ardusso, el dueño de la pole del sábado, pero que terminó decimoquinto por mantenerse con cubiertas para piso seco.
La próxima carrera, décima de la temporada, se disputará el 15 de octubre en el autódromo “Eduardo Copello-El Zonda” de San Juan.