El Gobierno Nacional completó ayer su segunda jornada de “retiro espiritual” en Chapadmalal, donde continuaron el análisis sobre el primer año de gestión. El presidente Mauricio Macri reunió a sus 22 ministros, a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, a los principales secretarios de Estado y a un reducido grupo integrantes del Poder Legislativo. Les prohibió el uso de teléfonos celulares y les reclamó que se focalicen en la “gestión”, que “no” se distraigan y “estén atentos” en sus funciones. Reiteró que para él la evaluación del primer año arrojó un 8 y les reveló que “faltan 2 puntos para llegar a 10”. En diálogo con la prensa, los macristas buscaron como defender esa nota en un año con inflación en torno al 40 por ciento, altos niveles de endeudamiento en dólares, suba del desempleo y caída de la actividad económica en general. Según difundieron Rogelio Frigerio y Alfonso Prat Gay, del encuentro saldrá un programa de gestión para el año próximo focalizado en ocho ejes como vivienda, agua potable, reforma política y producción, entre otros.
Tras un operativo de seguridad dispuesto para evitar fotos molestas o filtraciones de información, el segundo día del retiro macrista comenzó a las 8 de la mañana con distintas exposiciones de los ministros sobre sus respectivas áreas, sus objetivos cumplidos y sus proyecciones para el 2017. Durante la jornada se realizaron dos conferencias de prensa, la primera a cargo de Patricia Bullrich (ministra de Seguridad), Rogelio Frigerio (ministro del Interior) y Alfonso Prat Gay (ministro de Hacienda); la segunda encabezada por Michetti, Francisco Cabrera (ministro de Producción) y Esteban Bullrich (ministro de Educación).
Buena parte de la atención estuvo depositada en la situación económica y en encontrar cómo defender la alta calificación que Macri le dio públicamente (y reiteró ayer durante el retiro) al primer año de Cambiemos en el poder. “El Presidente, cuando está calificando la gestión de un año, está calificando muchísimos indicadores y variables”, porque “tenemos la responsabilidad de trabajar con los datos, los números como son, con la realidad como la hemos encontrado”, sostuvo Michetti. La vicepresidenta, de todas maneras, intentó un ejercicio de autocrítica. Afirmó que “la salida de la crisis está un poquito atrasada” pero rapidamente encontró una explicación en la situación recibida del gobierno anterior. “El Gobierno está tomando los datos reales (del Indec) poniéndose a trabajar en serio con una crisis enorme, logrando que esta crisis no termine en crisis sociales graves”, completó la vicepresidenta. Para fortalecer su posición, pidió no comparar los índices económicos de manera interanual sino “mes a mes”.
A su turno, Prat Gay sumó otra declaración a su polémico repertorio encabezado por la “grasa militante”. Dijo que le causa risa la cotización del dólar. “Me río, con respeto”, afirmó Prat Gay y detalló: “Cuando el dólar estaba a 15,5 pesos decían que estaba atrasado (el tipo de cambio) y ahora que pasó a 15,80 dicen que se disparó. No nos preocupa (el valor del dólar), porque en un sistema de flotación puede subir y bajar”.
Pese a que el propio Indec dijo que la economía creció un 2,1 por ciento el año pasado, el ministro de Hacienda sostuvo que ahora “está cambiando la situación de recesión que heredamos”. Como sucedió con el famoso “segundo semestre”, Prat Gay pintó un panorama alentador: “Es un momento, un punto de inflexión desde el punto de vista económico. Se está recuperando el empleo, no solo en el interior sino en el Gran Buenos Aires y lo que vemos es que esta mezcla de indicadores nos ratifica que está cambiando el régimen”, señaló.
Acompañada por Frigerio y Prat Gay, la ministra de Seguridad transmitió parte del mensaje que les bajó Macri ayer: “El Presidente quiere que los ministros nos focalicemos a fondo, que no nos olvidemos, que nos ocupemos, que no nos distraigamos, que estemos atentos al estar al frente de la gestión”, explicó Bullrich, quien puso la nota de color del día al quejarse en clave humorística por la distribución de los cuartos en el complejo presidencial (ver recuadro).
A su turno, Frigerio fue otro de los que apuntó a la calificación de 8 que lanzó Macri. “Nos faltan dos puntos para llegar a 10... Mejorar la gestión de cara del año que viene para madurar muchas de las decisiones que tomamos”, expresó el ministro del Interior, encargado de la relación con los gobernadores.
No trascendieron debates sobre cuestiones electorales, ni conflictos por la interna que se desató hace unos días tras las críticas del titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. El ex armador nacional del PRO había reclamado incorporar figuras del peronismo al Gobierno, algo que fue descartado por Marcos Peña. Su opinión también había sido desautorizada por el propio Macri. De todas maneras, ayer se lo pudo ver posando para la foto grupal y participando de las actividades.
El radicalismo estuvo representado por sus tres ministros, Oscar Aguad (Comunicaciones), Julio Martínez (Defensa) y Ricardo Buryaile (Agricultura), el titular del Plan Belgrano, José Cano y el jefe del interbloque oficialista en Diputados, Mario Negri.
Además de los ministros, asistieron los dos vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui; el secretario legal y técnico, Pablo Clusellas, el asesor presidencial, José Torello y el secretario general de la presidencia, Fernando De Andreis.