El capitán de Estudiantes, Leandro Desábato, negó ayer que el plantel haya orquestado la salida del anterior entrenador, el uruguayo Gustavo Matosas, quien firmó un contrato en junio y lo rompió tres meses después al quedar eliminado de la Copa Sudamericana, para ser reemplazado por Lucas Bernardi. “No es cierto que el equipo fue para atrás o le haya hecho una cama a Matosas. Se dejan trascender cosas que no son ciertas y me duele porque soy hincha del club. Este es un grupo con muchachos que son hinchas o quieren mucho al club, se sienten identificados y la eliminación de la Sudamericana nos dio bronca”, aseguró en conferencia de prensa.
Desábato se reivindicó como “un tipo honesto” al igual que sus compañeros y reconoció que el plantel no tuvo buen entendimiento con el uruguayo porque “en Estudiantes hay formas que no se negocian”. “El trabajo y la humildad, eso no se negocia y las formas de Gustavo (Matosas) eran otras y no las entendimos. Tal vez él hablaba más con los periodistas que con nosotros, pero de ahí a decir que le hicimos la cama es una barbaridad”, aclaró. “Fue un ciclo raro, partidos de entrada, poco descanso, una pretemporada que no pudo hacerse de manera ideal, y Matosas hizo muchos cambios, siempre jugó un equipo distinto y carecimos de un patrón de juego.”
El capitán abundó en las explicaciones: “En este club pasamos los mejores momentos de nuestras vidas. Quieren hacer creer que acá hay una crisis y es sólo un mal momento. En este proceso de cuatro años no bajamos de los primeros cinco lugares y clasificamos a tres Libertadores. En lo personal, quedar afuera de la Sudamericana me dolió mucho porque fue la última que jugué”.
“Acá siempre se priorizó la institución sobre cualquier individuo, a todos nos tocó ir al banco y no hubo ningún problema, más allá que todos trabajamos para jugar. Yo aporto donde me toque, siempre lo hablé con los entrenadores. Estoy en el club que quiero y donde me voy a retirar”, añadió el defensor de Caferatta.