La reautopsia al cuerpo de la bibliotecaria María de los Angeles Paris, hallada sin vida dentro de la comisaría 10ª, duró más de cuatro horas y se estima que el informe final puede demorar 15 días. El examen estuvo dirigido por Cristina Bustos, forense de la Morgue Judicial de Nación y la querella estuvo presente mediante su perito de parte, Emma Virginia Créimer. Los abogados de la familia Paris se quejaron de que se haya permitido el ingreso de Lucas Kuverling, el forense que realizó la primera autopsia, que fue cuestionado y denunciado penalmente por Erika Zalazar, la hija de la víctima. "Todavía no está imputado ni es parte", se quejaron sobre la autorización a "presenciar" que dio el juez Carlos Leiva. "Esta segunda autopsia constató lesiones no evidenciadas en la primera necropsia, por falta de aplicación del Protocolo de Minnesota, demostrando cuanto menos la impericia, negligencia e imprudencia de los profesionales actuantes de la primer medida de prueba. Se vislumbraron lesiones ocurridas en vida, en forma inmediata previas a su muerte, que contribuyeron con el desenlace fatal. Dichas lesiones, se corresponden con las encontradas habitualmente en los casos de tortura por el accionar de las fuerzas de seguridad", dice el comunicado conjunto de los familiares de la víctima, Amsafé Rosario, la Cátedra de Criminología de la UNR y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
La segunda autopsia al cuerpo de la mujer de 45 años que el 3 de mayo pasado fue a hacer una denuncia a la seccional de barrio Alberdi y 20 minutos después perdió la vida ahí adentro, se realizó ayer con una movilización al frente del cuestionado IML. "Ahora podemos decir que se hizo una autopsia como debe ser: cumpliendo protocolos y transparente", dijo Guillermo Paris a Rosario/12.
Temprano, los querellantes se quejaron de que el forense que realizó la primera autopsia (que arrojó que no había señales de violencia externa y que Paris murió por un paro cardiorrespiratorio) pidió "presenciar" el nuevo examen. Si bien no estuvieron de acuerdo, el juez Leiva lo autorizó, la fiscal Karina Bartocci lo aceptó y los letrados prefirieron no interrumpir la autopsia después de tanto tiempo de espera. "Fue un pedido desafortunado y solicitamos que se garantice que no haya ningún contacto con las partes", dijo Enrique Font, abogado querellante. Para Font, el IML "es un componente esencial de la maquinaria de impunidad".
Hace meses que la familia viene diciendo que recién pudo ver el cuerpo de Angeles cuando se hizo el velatorio y días después vieron fotografías de la primera autopsia en las que dijeron haber visto "más de 90 golpes", que consideran causal de la muerte de la mujer. "Hubo una desinvestigación", dijo ayer Guillermo.
Para Font, lo que se logró ayer es "un paso muy significativo contra la impunidad, porque hoy está la lupa puesta sobre el IML. Pasó en el caso de (Franco) Casco y en el de (Gerardo) Escobar creemos que terminará igual. Esta causa no cambió de fuero, pero logramos que venga un forense de extraña jurisdicción".
La segunda autopsia se reclamó luego de que los querellantes advirtieran que la primera fue "incompleta y no respetó los protocolos internacionales para casos de violencia institucional". Antes de iniciar la autopsia, Créimer dijo que "se omitieron las bases de lo que es una autopsia, con los exámenes complementarios y la aplicación de protocolos. En este caso la haremos como corresponde y esperamos encontrar las lesiones que no fueron encontradas en la primera autopsia y que fueron ocultas por parte de los profesionales actuantes", dijo en LT8.