Un obrero de la aceitera Bunge, en Puerto General San Martín, murió ayer por la mañana al caer en el interior de un silo cerealero mientras desarrollaba tareas de limpieza junto con otros dos compañeros. Es el cuarto trabajador que, en lo que va del año, pierde la vida por un accidente laboral en algunas de las plantas del cordón industrial y portuario del Gran Rosario.

Laureano Gómez tenía 35 años y trabajaba desde 2009 para Bunge Argentina, en la planta puertense que procesa hasta 8000 toneladas diarias de soja y almacena hasta 530.000 toneladas de granos y subproductos. Allí empezó ayer a las 5 su jornada laboral con la misión de limpiar el silo 205 desde los túneles inferiores, junto a otros dos operarios.

Las circunstancias de la caída de Gómez al vacío es materia de investigación. Hacia las 7.10, indicaron fuentes de la empresa, el obrero cayó desde el borde del silo y quedó sepultado por la montaña de granos almacenada. Una cuadrilla de rescate demoró un buen rato hasta encontrar al trabajador. Los esfuerzos por reanimarlo fueron en vano.

En agosto pasado había muerto un trabajador en la fábrica de biodiesel Renova, de Timbúes, cuando una estructura de metal se le cayó en la cabeza. En abril murió un operario de 26 años en la empresa de montajes Montarfe, de Puerto San Martín. Y en marzo, un estibador de 27 años murió en el muelle de Terminal Puerto Rosario cuando el grueso cristal de una grúa cayó hacia la bodega de un buque donde él enganchaba unos rieles al guinche.

Mientras la patronal emitió un comunicado de pésame hacia la familia del trabajador, la Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso responsabilizó a Bunge por lo ocurrido y reprochó que "cargue la culpa en el compañero fallecido".