Los Conversos: 8 puntos

Argentina, 2017

Serie web, 6 capítulos

Dirección y producción: Arturo Marinho, Sandra Martínez.

Guión: Sandra Martínez.

Fotografía, Cámara, Edición: Arturo Marinho.

Sonido: Fernando Romero de Toma.

Protagonistas: Florencia Sánchez, Gabriel Dell'Vecchio, Ariana Daniele, Víctor Saldaño, Lilian Bolcato, Jesús Romano, Analía Lanciotti, Omar Spinelli, Nicolás Vives, Carlos Alvarez, Monseñor Federico Pagura.

 

 

Se escucha durante la graduación de fin de año celebrada en Los Conversos que "es muy difícil distinguir las diferencias entre los de adentro y los de afuera". El ámbito que oficia como espacio fronterizo, que delimita, es la Unidad Penitenciaria 6 de Rosario. Allí es donde ingresa Los Conversos, el título de la serie web de seis episodios que han realizado Arturo Marinho y Sandra Martínez.

Los Conversos resultó ganadora en Espacio Santafesino el año pasado, ahora disponible para su consulta en http://vimeo.com/losconversos. El resultado que arroja es de una sensibilidad atenta y políticamente próxima con quienes retrata, rasgos posibles merced a un trabajo estético que distingue a la serie desde un cuidado preciosista y sin embargo íntimo.

Al respecto, puede pensarse en una combustión de aspectos que articulan el acento en la palabra de los protagonistas -‑el guión, así como la codirección, es de Sandra Martínez‑-, junto con la atención detallista que sobre las imágenes deposita Marinho. En este sentido, si bien la manera de filmar de Marinho suele encontrar matices capaces de volver extraños los entornos familiares (como sucede en trabajos previos como Los degolladores o Bonitas, con momentos de una cadencia casi fantasmal, fascinantes), en Los Conversos la situación es inversa: es el ámbito carcelario mismo ‑-"ajeno", por definición-‑ el que se vuelve cotidiano. Es decir, lo negado se asume como propio. De esta manera, la cámara de Marinho salta la frontera y la torna difusa. Al hacerlo, se encuentra con seres humanos; por eso, desmonta el estereotipo.

Los Conversos reúne cinco historias que son una sola, divididas a partir del hacer de voluntarios dedicados a dictar talleres dentro de la Unidad Penitenciaria 6. Cinco talleristas y cinco convictos comparten los títulos de cinco capítulos. Cada uno de ellos, abocados respectivamente a la poesía, el teatro, la fotografía, y dos a la alfabetización. Las cinco personas cuentan de su experiencia mientras el montaje las muestra por fuera y por dentro de ese lugar sobre el cual tantas historias se tejen (en televisión berreta, sobre todo, la de las "noticias fáciles"), a partir de un montaje paralelo dedicado a mostrar una misma cotidianidad, pero repartida: pared afuera, pared adentro.

Por otro lado, el trabajo de Martínez y Marinho es testimonio de la primera experiencia de talleres creativos y de alfabetización en las cárceles argentinas. Es evidencia, a su vez, de cómo la mirada humana se transforma cuando se le permite un acceso antes vedado. Efectivamente, ver y oír a quienes cumplen una pena de reclusión contar sobre la revelación que cada uno de estos talleres les aporta, es suficiente. Más aún: escuchar las poesías escritas por los mismos talleristas, observar sus fotografías, asistir a la redacción de un guión dramático junto a las impresiones compartidas, etc.

Si de "verdad revelada" se trata, seguramente el título de esta serie tenga algo que ver con ello, a la par de una promesa religiosa que las paredes carcelarias contienen durante los salmos y cantos que pululan en las horas de oración: un comentario visual en forma de insert, que el montaje propone en tanto testimonio de una de las prácticas que también sucede dentro del penal, así como el fútbol.

Pero el momento máximo lo significa la graduación, el capítulo final que es corolario festivo. Es allí cuando se leen los poemas y se exhiben las fotografías. Algunas de ellas, perturbadoras. Colgadas sobre el enrejado de un patio terroso y ventoso, que la cámara de Marinho recorta junto a los guardiacárceles de fondo, armados y en ronda. En la misma celebración, es la participación del obispo Federico Pagura a la que se reserva relieve. Son sus palabras, de hecho, las que se eligieron para la apertura de esta nota. Palabras que rebotan de varias maneras. Humanas y profundamente críticas, así como lo demuestra el trabajo mismo de Sandra Martínez y Arturo Marinho.