El secretario del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu) Marcelo Brizuela denunció que la empresa Pampa Energía (ex PASA petroquímica), que opera en Puerto General San Martín, "intimidó a los trabajadores con hombres armados de Prefectura en pleno proceso de cierre de paritaria". Es que la acción se dio en medio de la discusión salarial paritaria, lo que alerto aún más al gremio de trabajadores petroquímicos. "Parece ser lo que se viene", razonó el líder sindical.

Desde la empresa argumentaron que pidieron la presencia de efectivos armados de la prefectura para "mantener la seguridad y tranquilidad" dentro de la planta, mientras en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en Buenos Aires, se negociaba en plena conciliación obligatoria.

Pero la reacción del gremio hizo que los prefectos permanecieran apenas un par de horas dentro de la planta. "Fue para amedrentar a los compañeros", dijo Brizuela. "Es la primera vez que nos pasa, ningún gremio del Cordón ha sufrido algo así y nos tiene preocupados", agregó.

La decisión de la empresa sorprendió a los negociadores del Soepu que, en Buenos Aires, buscaban contrarreloj un acuerdo salarial antes de que este jueves se termine la vigencia de la conciliación obligatoria. Dentro de la planta, los trabajadores respetaban a rajatabla la resolución del Ministerio de Trabajo y no estaban realizando ninguna protesta. Sin embargo, dijo Brizuela, desde la propia empresa sembraron el rumor de que, de no llegar a un acuerdo, los trabajadores tomarían la planta, algo que el Soepu descartó de plano.

El 1 de agosto se venció el acuerdo paritario que tenían vigente los trabajadores con Pampa Energía. Mientras el pedido gremial es de un 27%, la empresa ofreció un 22%. Mientras las partes no se acercaban, desde Soepu se decretó un paro, que fue desactivado por la conciliación obligatoria decretada por el Ministerio de Trabajo.

La negociación, que se desarrolla en Buenos Aires, está en un cuarto intermedio. Pero no queda mucho margen, porque este jueves termina la vigencia de la conciliación. "Si no nos vamos hoy con un acuerdo, el viernes arrancamos un paro", advirtió Brizuela.

Finalmente el dirigente lamentó la respuesta de la empresa en plena negociación. "Parece ser que lo que se viene es mandarte las fuerzas represivas si algo no les gusta a las empresas", lamentó Brizuela.