El segundo puesto alcanzado en el Mundial de 2014 ha quedado demasiado lejos. Y de estar muy cerca de alzar la Copa del Mundo en Brasil, la Selección Argentina está penando ahora para saber si podrá participar en Rusia 2018. Desde aquél día en el Maracaná ha ocurrido mucho: otras dos finales perdidas en Copas América, la renuncia de Lionel Messi, la sucesión de tres técnicos diferentes, el regreso de Messi al plantel, y la incertidumbre por lo que vendrá. Mientras sucedían esos episodios, el conductor del subcampeón, Alejandro Sabella, luchando por su salud, sin poder entender que lo que construyó se haya desmoronado en apenas tres años.
El presente encuentra al seleccionado en el quinto puesto de la clasificación, y con todas las variables posibles en los dos últimos encuentros. La primera situación límite la tendrá hoy por la noche, en la mítica Bombonera, para poder enderezar el rumbo. El rival es Perú, conducido por un argentino, que también pretende sumarse al grupo de los elegidos para viajar de manera directa a Moscú. Desde que se confirmó el estadio de Boca, los fantasmas de 1969 comenzaron a aparecer de manera inmediata. Por ese motivo, el equipo tendrá la oportunidad de despejar todos esos nubarrones del pasado.
El punto central estará en el nivel de juego que pueda adquirir el conjunto de Jorge Sampaoli, con apenas tres días de entrenamiento. Si bien será muy importante la victoria, el rendimiento que se pueda ofrecer también será examinado con detenimiento. El técnico buscará rodear a Messi de la mejor manera, y esos intérpretes tendrán una gran prueba: lograr que el capitán prevalezca con su capacidad para generar el desequilibrio colectivo. En definitiva, lo que se consiga en conjunto será lo que le permita al seleccionado llegar al objetivo de la clasificación.
Perú –viene de tres triunfos consecutivos– no será un adversario débil, más allá de que sus nombres están algunos escalones por debajo de los argentinos. Los peruanos mantienen expectativas de estar en la Copa, a partir de actuaciones que terminaron convenciendo no sólo a Ricardo Gareca, sino también a sus futbolistas. Como para perder tienen muy poco, es probable que puedan desenvolverse con soltura para buscar la hazaña.
El escenario se verá hasta que punto afecta a los rivales, y de qué manera sirve como factor positivo para los jugadores argentinos. Si Argentina consigue una victoria contundente, tendrá que ver con el convencimiento propio del equipo para poder lograrlo, y lo que ocurra en las tribunas quedará en segundo plano. Si no sucede eso, todo es posible en el mundo del fútbol, y sobre todo del argentino.
El técnico Sampaoli también tendrá un examen difícil. Si el santafesino provoca un rendimiento elogiable de la Selección, habrá dado un primer paso favorable, sobre todo en la aceptación del público. Sin muchos pergaminos en el país, el entrenador todavía es observado con desconfianza. Al parecer, le dará la chance al goleador de Boca, Darío Benedetto, para que pueda repetir lo que hace con su equipo cada domingo: goles. El delantero estaría desde el inicio, con la particularidad que será abastecido ahora por Messi, Alejandro Gómez, Di María y tal vez Leandro Paredes. Si consigue gritar en la cancha que conoce muy bien, seguramente será comparado con lo que aconteció con Martín Palermo en otro duelo ante Perú, que sirvió para que todo desemboque con un lugar en Sudáfrica 2010.
Argentina tendrá días cruciales, y en el primero de ellos está todo preparado para que sea con felicidad.
ARGENTINA: Romero; Mercado, Mascherano, Otamendi, Acuña; Banega, Biglia o Paredes; Messi, Gómez, Di María; Benedetto. DT: Jorge Sampaoli.
PERU: Cáceda o Gallese; Corzo, Araujo, A. Rodríguez, Trauco; Tapia, Aquino; Farfán, Polo, Yotún, Flores; Guerrero. DT: Ricardo Gareca.
Estadio: Bombonera.
Arbitro: Wilson Sampaio (Brasil).
Hora: 20.30.
TV: TyC Sports y TV Pública.