Vialidad Nacional tiene dentro de su estructura una red educativa que promueve nuevos especialistas en la traza de rutas en todo el país. Hay escuelas de formación de diferentes niveles en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Chubut, Tucumán y Santa Cruz. A partir de la publicación del decreto 794/17 (ver nota principal) en el Boletín Oficial, las escuelas de Vialidad Nacional pasaron a transitar el mismo camino negro en el que se encuentra hundida la continuidad de toda la agencia vial, incluidas las escuelas. Hasta el martes inclusive, el problema para la red de escuelas estaba concentrado en la Escuela Técnica de Vialidad Nacional Nº 1 “Maestro Mayor de Obras Don Oreste Casano”, en la que cursan 207 alumnos y dan clase 47 profesores: la Casano está dentro del edificio del 1º Distrito Buenos Aires, cuya suerte está en veremos con la rezonificación aprobada en la Legislatura y el ok de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), considerada la inmobiliaria del gobierno. Ahora el decreto 794 multiplicó el riesgo para toda la red educativa de Vialidad: unos mil alumnos en todo el país, que dependerán de si los accionistas de la SA que surja de la privatización tienen interés en sostener una red educativa.
Por lo tanto, la Casano enfrenta el doble riesgo de pasar a manos privadas para después –con amplias probabilidades–, desaparecer como el resto de Vialidad Nacional; o de desaparecer por desaparición de su propia sede.
El martes, el administrador general de VN, Javier Iguacel, se presentó en el predio del 1º Distrito para explicar a los más de 200 trabajadores reunidos que el futuro del edificio del 1º Distrito y lo que incluía, o sea, sus 400 trabajadores, entre los que se cuentan los profesores de la Casano, no corrían peligro. A esa altura, los trabajadores desconocían la existencia del decreto 794 que recién se hizo público con la difusión del Boletín Oficial. A esa hora, la preocupación de la planta del 1º Distrito, ubicado en Emilio Castro y General Paz, pasaba por el futuro del edificio.
El 28 de septiembre pasado, la Legislatura porteña aprobó la decisión de la inmobiliaria gubernamental ABBE, de considerar al edificio como “en desuso” y ponerlo en venta. Y acto seguido, la misma Legislatura aprobó el decreto de rezonificación. El predio se encuentra en el Barrio Naón, un barrio de clase media con chalets bajos y cielo al alcance del vecino.
La votación de la Legislatura habilita a la construcción en el predio de dos torres, que no sólo traerán sombra y concentración de demanda sobre redes de servicios habilitados para una población menor: primero ponen en riesgo la existencia del mismo edificio a ser vendido. Obviamente, quedan incluidos en esa suerte los 400 empleados.
Iguacel aseguró el martes a los más de 200 reunidos en asamblea en General Paz y Emilio Castro, que “si no nos ofrecen un edificio mejor Vialidad no va a entregar el edificio”.
La sutil paz de la que intentó convencer Iguacel duró menos de un día. A la mañana siguiente la publicación del BO con el decreto 794 se sintió como un sismo de alcances nacionales. Con sus palabras no sólo no pudo mantener la calma por el edificio porteño sino que, además, entró a temblar toda la estructura de VN. Y dentro de VN la red de escuelas.
En la Casano cursan unos 207 alumnos y dan clase 47 profesores. En la de Santa Fe y la de Chubut (Trelew), la cantidad es semejante. En Tucumán cursan 300 alumnos y en Santa Cruz, alrededor de un centenar. En suma, rondan unos 1000 alumnos cuya existencia como tales dependerá de si la SA que creó el decreto transforma a la nueva SA vial en una sociedad con mayoría societaria privada. “No está claro que una empresa privada tenga intención de mantener una red de escuelas –dijo a PáginaI12 el director de la Casano, Rodolfo Sarmiento–. No es que no haya empresas en el mundo que capaciten a sus propios trabajadores. Pero acá por ahora no se puede prever nada”.
La Casano es la primera escuela dedicada a la formación de especialistas viales. Fue creada en 1945 y hasta la dictadura militar proveyó de maestros mayores de obra y técnicos mecánicos. Los militares la cerraron. Hace 12 años, en el gobierno de Néstor Kirchner, volvió a ser abierta, con el impulso de ingenieros viales que veían como se perdía la generación de nuevos especialistas. La reapertura se logró mediante la vinculación con la UTN, que le da el marco educativo a través del Instituto Nacional Superior del Profesorado Técnico, suficiente para su aprobación por el Ministerio de Educación. En el plan de estudios de la Casano se dicta, igual que en el resto de las escuelas de la red, el título de técnico superior en obras viales, nivel terciario, y además hay un bachillerato con orientación técnica para adultos.