El PAMI creó la Fundación PAMI-INSSJ, una ONG con objetivos sospechosamente parecidos a los de la obra social de los jubilados y pensionados, que tiene el quinto presupuesto del país. Médicos sanitaristas advierten que esta medida puede significar un quiebre en la atención. Es que entre otras cuestiones, esta fundación permitiría tercerizar algunos servicios, lo que muchos creen es una “privatización encubierta”.
Sabrina Balaña, médica generalista, ex subsecretaria de Maternidad e Infancia de la Nación, cuestionó: “Analizando la resolución y el anexo del estatuto para la creación de la Fundación PAMI quedan más dudas que certezas. Lo primero que salta a la vista, al ver la resolución y una comunicación interna del PAMI, para responder a cuestionamientos de los trabajadores del instituto, es que se dice que la fundación se crea para ‘coadyuvar’ exclusivamente a administrar el hospital de Mar del Plata, que fue expropiado y rebautizado como Houssay”. “Pero el PAMI ya gestiona el Hospital Francés y el Español sin necesidad de crear ningún ente privado”, continuó Balaña. Y amplió: “Y además, el estatuto de la fundación define para ésta el mismo objeto que el del PAMI, la atención integral de la salud de los jubilados y pensionados de todo el país. Y lo dice explícitamente. Entonces no se crea sólo para gestionar el Houssay”.
Las autoridades de la fundación serán las mismas que las del ente que preside Sergio Daniel Cassinotti, ex titular de IOMA, quien reemplazó a Carlos Regazzoni, el autor del recorte masivo de la cobertura de medicamentos a jubilados y de la precarización de los médicos de cabecera. Al respecto, Balaña cuestionó: “Esto es un problema desde donde se lo encare. La ley de creación del PAMI, la 19032, prohíbe expresamente la delegación de la gestión, el control y la administración.” “Pero eso no es todo. El Consejo de Administración coincide con el del PAMI. ¡Y resulta que la 19302 prohíbe expresamente que las autoridades del PAMI tengan relación con los efectores y proveedores!”, insistió.
La Fundación PAMI se constituyó como “un nuevo ente con personería jurídica propia” el cual podrá “dar prestaciones sanitarias y sociales que brinde el o los efectores cuya gestión se encargue” por lo que en los hechos se le permite a la fundación contratar personal. Entre las facultades, esta fundación podrá realizar compras directas sin licitaciones, y podrá encargar a terceros tareas relacionadas con la atención de los afiliados. “Uno de los mayores problemas es el efecto que puede tener en el sistema de salud. El PAMI tiene cinco millones de afiliados. No podemos esperar a que se produzca un desastre. Porque en función de lo que decida financiar, es un gran redistribuidor de ingresos. Esta fundación, privada, tiene como objeto gestionar dineros públicos”, alertó Balaña.
Eduardo Terráneo, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores y Empleados del PAMI (Sutepa) advirtió: “Mandamos una carta documento a las autoridades, que serán las mismas en la fundación, porque sospechamos que lo hacen para alivianar controles. Probablemente presentemos una cautelar para frenar esto”, adelantó.
En ese sentido, Balaña dijo que hay muchos legisladores interesados en que las autoridades expliquen todos estos aspectos, que en un principio son muy preocupantes. Y como conclusión, explicó: “El PAMI es un organismo público, controlado por otros organismos públicos y cuyas autoridades se rigen por determinadas leyes. En cambio las ONG, como entes privados, se rigen por otros controles y tienen otras obligaciones. Por eso se creó, también, el órgano de control de la fundación. ¡Estará integrado por tres funcionarios del PAMI! Y en el anexo se dan los nombres, números de legajo, todos los datos. O sea que el PAMI va a controlar a la Fundación PAMI. No parece muy seguro el control. Y puestos a pensar en transparencia y agilizar la gestión y evitar gastos inútiles, ¿qué sentido tiene crear una fundación y un órgano controlante que dupliquen al PAMI y a los controles del Estado? Es absurdo”.