El ex ministro de Economía Axel Kicillof sufrió ayer la tergiversación de algunos medios de sus afirmaciones en la presentación que realizó en la Universidad Nacional de Avellaneda. “Estoy entrenado porque parece que tergiversar se ha convertido en un deporte”, ironizó el ex ministro desde Twitter.
En su participación en el Segundo Congreso de Economía Política para Argentina (EPPA), Kicillof dedicó un tramo a hablar sobre la medición de la pobreza que hacen la Universidad Católica Argentina y el Indec y la comparación con otros países. Kicillof mencionó que la medición tenía un costado arbitrario porque dependía de cuánto se calculara la canasta básica de alimentos para determinar si había más o menos pobres. “La medición de la pobreza de la UCA que seguía el macrismo mide la pobreza en sectores carenciados. Está sesgada, porque fija una canasta básica excesivamente alta”, fue la crítica del ex ministro y puso el ejemplo de las mediciones en Alemania que refieren a “la pobreza relativa” resaltando que de aplicarse aquí “darían alrededor del treinta por ciento”.
Por una incomprensible –o no tanto– alquimia, algunos medios comenzaron a difundir la noticia de que Kicillof había suscripto aquellos dichos de Aníbal Fernández acerca de que en Argentina había menos pobres que en Alemania. “Según Indec, en 22 meses creció indigencia y pobreza se mantiene x sobre la heredada. Tal vez por eso necesitan tergiversar declaraciones...”, reaccionó Kicillof .
Después pasó algo parecido sobre otro tramo de su exposición, justamente referido a los medios de comunicación privados y públicos y al uso de la información. “Segunda desmentida del día: nunca dije que TODOS los medios debían ser públicos...”, escribió en Twitter luego de que las redes algunos lo acusaran de fascista por proponer que sólo debieran existir medios públicos. Explicó que consideraba que “debe haber medios de información privados y también públicos, ambos democráticos. ¿Les suena la BBC?”. Justamente, una de las afirmaciones de Kicillof durante su presentación había sido que el gobierno de Cambiemos tenía “un plan de pervertir, transformar y reescribir todo lo que pasó”. “Ellos están trabajando para borrar la memoria histórica: no sólo la de los 30 mil desaparecidos, sino que están tratando de instalar que lo que pasó en la última década era irreal y ficticio”, sostuvo.