Roger Waters hará su show este martes por la noche en la cancha de River. Y entre el público que agotó las entradas seguramente estará también la mirada atenta de Marcela Monti o algún allegado suyo del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires. Es que la fiscala instó a que se ofice el recital del exlíder de Pink Floyd para evitar que haya presuntas expresiones antisemitas, por caso, usar el traje de Pink en la icónica película The Wall.
La presencia de uno o más representantes del Ministerio Fiscal de CABA en los shows que Waters deriva del pedido de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) para suspender parte de la gira "This is Not a Drill". La entidad judía consideró que el músico tuvo “expresiones y mensajes antisemitas” durante el show que brindó en Montevideo el viernes pasado. Monti no hizo caso al pedido de la DAIA, en principio, porque considera que "no se han arrimado constancias que permitan acreditar que los hechos y dichos relatados se repetirán en la presente ocasión". Eso sí, la fiscala se aseguró que al show se le permita el acceso para "asegurar el cabal cumplimiento de las normas constitucionales", según figura en el dictamen que presentó al Juzgado Nº13 de la Ciudad de Buenos Aires.
"Tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos", dijo a este diario el propio Waters cuando se conoció el pedido de suspensión. "Hablo abiertamente del genocidio del pueblo palestino. Y voy a seguir haciéndolo. Porque se está cometiendo un genocidio ahora mismo, todos los días en Franja de Gaza y Cisjordania y todos los territorios ocupados", añadió. El músico no sólo debió enfrentar el intento de suspensión -que ahora queda supedidato a lo que haga en el show- sino también que dos cadenas hoteleras suspendieron la reserva para hospedarlo a él y a sus músicos en la víspera del recital de River.
"Que estos conciertos estén rodeados del lobby israelí me pone furioso. Está llevando la atención afuera de This is not a Drill, y la música que estoy haciendo desde hace 60 años. Usarlo de una manera que busque sostener el régimen de Israel y el atroz tratamiento a los pueblos originarios, los palestinos, hace que deje de ponerse el foco en estos shows, que serán grandiosos, porque el público de Buenos Aires es fantástico, lo he experimentado antes, y amarán este show", aclaraba ante Página/12.
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