En los organismos de derechos humanos, entre los abogados que representan a los sobrevivientes de la Esma y los familiares de las víctimas, las palabras de Astiz desconociendo a la justicia civil, su reivindicación de los crímenes y la tortura, el tono desafiante, no sorprendieron: es lo mismo que ya dijo en otros juicios, copia además de lo que dijeron otros represores ante otros tribunales. Es su alusión a la desaparición de Santiago Maldonado lo que actualizó ese discurso gastado. Símbolo como ningún otro de la infiltración y de la desaparición de personas, Astiz puso sobre la mesa un horrible loop en el tiempo. “Los dichos de Astiz paradójicamente reflejan que juzgar los crímenes de la dictadura no es una cuestión del pasado. Su discurso justificatorio contiene la amenaza de que las prácticas del terrorismo de Estado pueden volver. Su condena es la única forma de garantizar que no se repitan”, reflexionó Alan Iud, el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, tras las declaraciones del ex marino.
Carlos Pisoni, de HIJOS, cuenta que estuvo en la audiencia. “Cuando escuché sus acusaciones a los organismos sobre que somos grupúsculos y otros adjetivos, pensé hasta qué punto estamos en el camino correcto, cuánto valieron las políticas de estado que logramos impulsar, porque dedicó una gran parte de su intervención a Néstor Kirchner y posteriormente al Poder Judicial. Al mismo tiempo,las declaraciones defendiendo a la Gendarmería no hacen más que confirmar las sospechas que tenemos los organismos en cuanto a que a Santiago Maldonado lo desapareció esa fuerza. El tomó la misma argumentación del gobierno en cuanto a estigmatizar a los mapuches y defender a la Gendarmería. No nos parece casual, porque si bien estamos en democracia, el caso Maldonado mediáticamente fue tratado igual que las desapariciones en la dictadura, planteando ‘está fuera del país’, ‘lo vieron en tal provincia’, estigmatizando a los testigos, ‘son terroristas’”.
“Creo que es sintomático que Astiz tome el caso Maldonado y repita argumentos que lamentablemente ha adoptado el macrismo cuando dice que no se puede creer a los mapuches como testigos, que su testimonio no tiene valor porque serían parte de un ‘grupo atacante’”, señaló el abogado Rodolfo Yanzón, uno de los querellantes en la causa Esma. “En ese sentido, Astiz reproduce ideas que se están tratando reinstalar. Todo lo demás de su discurso es lo mismo que ha dicho en otras oportunidades. El derecho a decir unas últimas palabras se refiere a que el acusado puede hablar sobre los hechos que se juzgan, o sobre él mismo, pero de ahí a que el tribunal le permita hacer una arenga... creo que muestra que el juicio se les fue de las manos”.
Taty Almeida dijo que lo tomó “como de quien viene: una persona deleznable, abominable, que está hablando por la herida, por la bronca que tiene de que hayamos logrado que lo condenen a perpetua y que está preso por el horror de haber sido el responsable de tantas desapariciones, entre ellas las de nuestras tres queridas madres. Que haya hablado así es la prueba evidente del odio que nos tiene y que le tiene a todos aquellos que seguimos exigiendo justicia, nunca por mano propia. Ahora ha incorporado ese odio también a Santiago Maldonado y a la familia, porque para él todos los que, como Santiago, son chicos comprometidos con mejorar la realidad, son subversivos”.
Graciela Lois, miembro de la dirección de Familiares, contó que al escuchar a Astiz sintió mucha violencia. Su marido fue secuestrado en noviembre de 1976 con sus compañeros de Arquitectura y llevado a la Esma. “Astiz tiene la justicia que no le dio a ninguno de sus secuestrados”, recordó ayer. “El no siente ningún arrepentimiento, reivindica sus crímenes. Su mente sigue en el pasado y cuando reivindica a la Gendarmería o dice que existiría un brote terrorista entre los mapuches retoma lo que el gobierno y los medios inventan, traslada su pasado a este presente... es el peligro de seguir con estos discursos, que impunemente pude decir en un tribunal cuando por mucho menos, cada vez que Milagro Sala quiere defenderse o pregunta por Santiago Maldonado le abren una nueva causa”.
Pablo Llonto recordó que los dichos de Astiz son “casi una réplica del alegato de Emilio Massera ante la Cámara Federal en 1985, en el juicio a la Juntas: ese tono desafiante, el no reconocer a la justicia civil, hablar de condecoraciones... Cada vez que dice sus últimas palabras ante un tribunal Astiz trata de imitar a Massera. Pero al mismo tiempo hay algo actual, porque Astiz refleja el pensamiento de los sectores más reaccionarios, de los que siempre, históricamente, piensan que la solución a cualquier problema social es la muerte, la sangre, la desaparición de personas, la persecución. son los que siempre utilizaron esa receta, que con el uso de un uniforme y un arma creen que tienen la capacidad de reprimir a todos los sectores sociales que reclaman, y hacerlo en el nombre de la patria. Son discursos a los que hay que contestar, no hay que dejarlos pasar. Hay que explicar claramente que esta es la posición de quienes bañaron de sangre a la Argentina y la condujeron a la etapa más oscura, a la que la inmensa mayoría no quiere volver.