La Cámara de Casación anuló la condena al empresario Marcos Levin, dueño de La Veloz del Norte, quien en 2016 había recibido 12 años de prisión por el secuestro y torturas de un delegado durante la última dictadura. En el juicio se analizó la corresponsabilidad empresaria en el terrorismo de Estado. Pero los camaristas Gemignani, Riggi y Mahiques anularon la condena al afirmar que no fue un delito de lesa humanidad. Levin había sido declarado culpable de instigar la persecución, detención irregular y torturas de Víctor Manuel Cobos, que trabajaba en su empresa y era representante gremial de sus compañeros. Además de Cobos, fueron secuestrados y torturados más de una docena de trabajadores que no formaron parte de ese juicio porque los casos se consideraron prescriptos. Se demostró que el dueño de La Veloz del Norte dio información de inteligencia, diagramas de servicios, domicilios, datos sobre la actividad gremial, listas de trabajadores a ser detenidos, vehículos, personal, estructura física y también la “acción psicológica” para propiciar el accionar represivo.