El británico Kazuo Ishiguro fue el elegido por el jurado del los Premio Nobel como el escritor destacado del año para recibir el galardón en la categoría Literatura. La Academia Sueca consideró que el autor "en novelas de gran fuerza emocional ha descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo".
Ishiguro es autor de las novelas Los restos del día y Nunca me abandones, ambas llevadas a la pantalla grande. Su última obra, El gigante enterrado, explora cómo la memoria se relaciona con el olvido, la historia con el presente y la fantasía con la realidad. Todos sus títulos fueron publicados en español por Anagrama y traducidos a 28 idiomas.
Su aparición en el panorama de la nueva narrativa inglesa allá por los ‘70 y los ‘80 -movimiento que aunó en un mismo caldo a Martin Amis, Ian McEwan y Julian Barnes- lo puso en órbita con dos libros silenciosos: Pálida luz en las colinas, de título hemingwayiano, sobre la experiencia atómica de Nagasaki y las consecuencias de la guerra en una familia de clase media, y El artista del mundo flotante, que relataba la transición hacia cierta americanización de la cultura japonesa y la tensión entre el pasado y el presente.
Después de esas dos novelas donde Ishiguro parecía no solo imponer un tono descriptivo personal (pausado, levemente dilatado, con una condensación maravillosa para las imágenes y las acciones), sorprendió con un éxito de ventas y de premios: Los restos del día. ¿Cómo podía ser que un japonés pudiera escribir, en clave de Henry James, tan bien sobre los movimientos de la aristocracia inglesa?
Como escritor japonés, Ishiguro es el más inglés de todos: nació en Nagasaki pero apenas a los seis años su familia se mudó a Londres, donde se formó como escritor. Comenzó a hacer guiones para series de televisión y pequeños relatos. Los temas más tratados en su obra son el Japón de la posguerra, el nazismo y los periodos anteriores a la II Guerra Mundial.
Ubicado entres los escritores británicos más consagrados, Ishiguro recibió importantes premios literarios, como el Premio Booker o el Premio Whitbread.