El fiscal federal Nº 3 de Rosario Federico Reynares Solari y el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE) Santiago Marquevich pidieron procesar al cabecilla de "Los Monos", Ariel "Guille" Cantero, por un secuestro extorsivo ocurrido en septiembre y que organizado y dirigido desde el penal de Coronda donde se encontraba detenido. El pedido alcanza a Nahuel Esteban Fernández, a quien además se le imputa la tenencia de tres armas de guerra y un fusil perteneciente a la Gendarmería Nacional.

Los representantes del Ministerio Público Fiscal explicaron que la víctima fue interceptada en el cruce de Boulevard Seguí y Espinillo, en Rosario, cerca de las 19:30 del 9 de septiembre "por dos individuos, quienes lo obligaron a subir a punta de pistola al vehículo en que se desplazaban", que se trataría de un Ford Fiesta o Focus rojo. Luego le cubrieron la cabeza "y tras circular un tiempo, lo hicieron descender en un galpón, donde permaneció también con los ojos cubiertos". Una vez allí, los captores comenzaron a discutir cuando se dieron cuenta que la víctima no era la que habían planeado secuestrar, pues "no tenía un lunar" y no llevaba una campera. Esas circunstancias fueron transmitidas por sus captores, vía telefónica, a un sujeto al que apodaban "Tío". La pesquisa determinó que "Tío" era Cantero. Tras constatar la identidad con su DNI, lo liberaron en la intersección de Seguí y Circunvalación.

Como uno de los captores ‑"Parásito" Fernández, quien se encuentra prófugo‑ tenía el teléfono intervenido en el marco de otra causa, los investigadores tuvieron acceso a la preparación del delito. Para los fiscales "Guille" Cantero "orquestó, desde su lugar de detención y amén de otras actividades ilícitas, el secuestro extorsivo". Así, desde la madrugada del día del secuestro, los captores fueron poniendo al tanto a Cantero de lo que iba ocurriendo. A las 0:30 le informaron que "se encontraban volviendo de un lugar, el cual sería un galpón, que a las claras oficiaría de lugar de cautiverio de una futura víctima". "Si lo escondemos, lo escondemos bien", le contestó Cantero a Fernández. Por la tarde, "Parásito" le confirmó a Cantero que "estamos acá los cuatro jugadores", en alusión a quienes iban a participar del secuestro que tenían pensado cometer esa misma noche.

En conversaciones posteriores, los protagonistas "se debatieron entre secuestrar al sujeto que ya tenían observado o a uno nuevo, cuya fotografía sería enviada a 'Parásito' por un contacto", reseñaron Marquevich y Reynares Solari. Ya con la víctima equivocada en cautiverio, el líder de "Los Monos" refirió que irían a buscar "asado" a la casa del padre antes de su liberación. Por otro lado, los fiscales indicaron que de las transcripciones de las conversaciones "surgía también la intención de cometer, en lo inmediato, al menos otros dos secuestros extorsivos, cuyas víctimas activas hasta el momento no fueron identificadas, como así tampoco puede a la fecha asegurarse que no se hubiera consumado alguno de ellos".

La investigación incluyó la realización de allanamientos. El procedimiento en la celda de Cantero "arrojó como saldo el secuestro de distintos cuadernos y libretas con variadas anotaciones, entre las que se encuentran diferentes números de teléfono". En tanto que en el domicilio de los hermanos Fernández fue detenido Nahuel ‑hermano de "Parásito"‑ y se halló lo que los fiscales calificaron como "un verdadero arsenal": se incautaron tres pistolas 9 milímetros cargadas y listas para ser utilizadas, un fusil de Gendarmería, dos chalecos antibalas de kevlar y gran cantidad de municiones, entre otros elementos. En virtud de los elementos de prueba reunidos, Marquevich y Reynares Solari solicitaron los procesamientos con prisión preventiva. Además, pidieron el traslado de Cantero "a un establecimiento de máxima seguridad del Servicio Penitenciario Federal".