Italia bloqueará desde este miércoles las tarjetas SIM de los teléfonos móviles y otros dispositivos de los menores de edad para impedir que accedan a contenidos inapropiados, como violencia, pornografía y juegos de apuestas.
No obstante, a pesar del visto bueno de padres y pedagogos, también aseguraron que se trata de una "medida insuficiente".
Según lo anunciado oficialmente por el Garante de las Comunicaciones italiano, el mecanismo de bloqueo será operado por las propias teleoperadoras, sin necesidad de una petición previa. De esta manera, se unificaron los sistemas de protección al menor, debido a que no todas las compañías facilitan por igual el acceso a los controles parentales.
Los ocho contenidos "potencialmente dañinos"
La nueva norma italiana, una de las más exigentes de Europa, tipifica ocho tipos de contenidos potencialmente dañinos para los más jóvenes, entre ellos algunos habituales en las restricciones a menores como los pornográficos, los violentos, los relacionados con el uso de armas y los vinculados a mensajes de odio o discriminación.
Otras categorías son los juegos de azar y las páginas que promueven trastornos alimentarios, además de algunas menos obvias, como los portales de acceso a grupos de culto, sectas u organizaciones similares y, finalmente, las herramientas para navegar por internet de manera anónima sin rastreo.
Sin embargo, el bloqueo tiene sus limitaciones, pues solo funcionará en los teléfonos conectados a internet con una tarjeta SIM a nombre del menor, ya que la legislación italiana permite su registro a partir de los 8 años.
Si la tarjeta está a nombre de un tutor legal, será él el responsable de pedir la activación del control parental, y podrá hacerlo también en su propio dispositivo.
Útil, pero insuficiente
El 12 % de los menores italianos de entre 4 y 10 años tienen un móvil propio, que no comparten con sus padres, y tres de cada 10 disponen de él antes de los 12 años, cuando la mayoría de los expertos coinciden en que tenerlo antes de los 13 supone un alto riesgo para ellos.
Pérdida de concentración y memoria, deterioro de la capacidad de aprendizaje, trastornos del sueño y aumento de la agresividad son algunos de los daños sobre los que advierte la Sociedad Italiana de Pediatría, al recomendar a las familias que no anticipen el uso del móvil a sus hijos.