La ONU aceptó ayer verificar el alto el fuego pactado entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y volvió a mostrar su total unidad a la hora de apoyar la paz en el país latinoamericano. Tras haber supervisado el cese de la violencia con las FARC, los observadores de Naciones Unidas harán ahora lo propio con el ELN, en este caso dentro de un mecanismo integrado también por las dos partes y por la Iglesia católica.
Con ese fin, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer resolución 2381, que modifica el mandato de la operación que ya está sobre el terreno para que pueda hacerse cargo de estas nuevas funciones. El texto, como los anteriores relacionados por Colombia, salió adelante por unanimidad, dejando claro una vez más el fuerte consenso que existe en Naciones Unidas en favor de los pasos para poner fin al conflicto.
En apenas unos días, el secretario general de la organización, António Guterres (foto) preparó un informe con recomendaciones sobre cómo asumir esa tarea y ayer el Consejo de Seguridad les dio el visto bueno. La resolución establece que la misión de la ONU en Colombia “participar? y coordinará el trabajo del Mecanismo de Veeduría y Verificación (MV&V) pactado entre las partes. Para ello, el Consejo de Seguridad autoriza que se añadan hasta 70 observadores internacionales a esa operación y que se utilicen recursos ya presentes sobre el terreno. Los observadores, señala, supervisarán el cumplimiento del cese de la violencia a nivel nacional, regional y local; tratarán de evitar incidentes coordinando a las partes.