El Ministerio de Energía resolvió ayer reconocerle 323,4 millones de pesos a Edenor y 31,5 millones de pesos a Edesur en concepto de inversiones realizadas durante el gobierno anterior. Las obras debían ser financiadas por los usuarios a través de un monto fijo destinado al Fondo para obras de consolidación y expansión de distribución eléctrica (Focede), pero fuentes de ambas distribuidoras aseguraron ayer a PáginaI12 que cuando el ministro de Energía, Juan José Aranguren, puso fin a ese fideicomiso quedaron pendientes de pago una serie de obras finalizadas y recién ahora se decidió saldar la deuda. Ni el gobierno ni las empresas pusieron a disposición el listado de obras que supuestamente estaban impagas.
El Focede surgió en noviembre de 2012 cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner autorizó a las distribuidoras a aplicar en la factura un monto fijo diferenciado para las distintas categorías de usuarios que se destinaría exclusivamente a inversiones.
Luego de los apagones que se produjeron en diciembre de 2013, el entonces ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró el 3 de enero de 2014 que los cortes estuvieron influidos por la extraordinaria ola de calor que se extendió por 18 días, pero también acusó a las empresas de presionar para lograr un incremento de tarifas. “Fallaron los cables finales de la distribución y los responsables son los que prestan este servicio. Hay infinidad de cooperativas del interior que tuvieron la misma demanda y prácticamente no tuvieron cortes. Se extorsionó para lograr un aumento de tarifas que no va a venir”, remarcó entonces. Incluso aseguró que las empresas subejecutaron el Focede. Debido a ello, Planificación resolvió ese mismo día que las inversiones a realizar con el dinero del Focede serían determinadas por el gobierno.
Edesur reformuló entonces su plan de inversiones, pero le informó al gobierno que los recursos del Focede no eran suficientes para cubrir las erogaciones previstas. El 27 de enero de 2014 la distribuidora suscribió un acuerdo por orden de la secretaría de Energía con la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa) para que fuera esta última la encargada de financiar parte de las obras con fondos públicos, cesión que se formalizó a través de un préstamo. Un acuerdo similar firmó Edenor en septiembre de ese mismo año. A través de esos contratos Cammesa transfirió a Edesur 3956 millones de pesos y a Edenor otros 2913 millones.
Luego del cambio de gobierno, el presidente Mauricio Macri decretó el 16 de diciembre de 2015 la emergencia del sector eléctrico y el 27 de enero de 2016 se dispuso dejar sin efecto la transferencia de recursos a Edesur y Edenor basadas en los contratos de 2014 y se instruyó a Cammesa a suspender los pagos a partir de febrero de 2016. A su vez, el ENRE dio por finalizado el Focede. La intención oficial fue que a partir de entonces las distribuidoras financiaran las inversiones con aumento de tarifas.
Luego de haber frenado esas transferencias, el gobierno sorprendió ayer al reconocerle 323,4 millones de pesos a Edenor y 31,5 millones a Edesur. Las empresas aseguran que si bien las inversiones se financiaban con fondos del Focede hubo una serie de obras terminadas que el Estado no pagó. El gobierno detalló en la resolución publicada ayer que este año le solicitó al ENRE informar el detalle de las obras realizadas antes de la finalización del Focede. Según se aclara en los considerandos de esa norma, el ENRE presentó el mes pasado informes que dan cuenta del estado de finalización de las obras. A partir de esa información, la Dirección de Contabilidad y Finanzas del Ministerio determinó que existían créditos a reconocer a favor de Edesur y Edenor por obras ejecutadas con anterioridad a la finalización del Focede. Sin embargo, en la resolución no figuran cuales son las obras que no se habían pagado y que ahora se están reconociendo. Ni el gobierno ni las empresas facilitaron ayer esa información a este diario.