El Premio Nobel de la Paz, considerado la mayor distinción política a nivel mundial, fue entregado esta mañana a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), una coalición de ONG de más de un centenar de países en todo el mundo, por su trabajo “para llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de cualquier uso de armas nucleares y por sus esfuerzos innovadores para lograr una prohibición basada en tratados de tales armas".
Así lo anunció hoy el Comité Nobel de Noruega en Oslo, en el marco de la tensión global por los ensayos nucleares y con misiles de Corea del Norte, que provocaron las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y derivaron en un intercambio de amenazas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un.
"Ha sido una fuerza impulsora para que las naciones del mundo se comprometan a cooperar con todas las partes interesadas en los esfuerzos por estigmatizar, prohibir y eliminar las armas nucleares", dijeron desde la Academia Sueca sobre la coalición de organizaciones no gubernamentales de más cien países para quienes ICAN representa "el principal actor de la sociedad civil” que busca la prohibir las armas nucleares.
El Comité hizo "hincapié en que los próximos pasos hacia la consecución de un mundo libre de armas nucleares deben involucrar a los Estados con armas nucleares", por lo tanto, el Premio de la Paz de este año "también es un llamamiento a estos estados para iniciar negociaciones serias con miras a la eliminación gradual, equilibrada y cuidadosamente controlada de las casi 15.000 armas nucleares en el mundo".
"Cinco de los Estados que actualmente cuentan con armas nucleares -los Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia y China-, ya se han comprometido a este objetivo mediante su adhesión al Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares de 1970", resalta el Comité, aludiendo a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
La directora ejecutiva de la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Beatriz Fihn, consideró hoy "un gran honor" haber recibido el Premio Nobel de la Paz 2017 por su papel en la adhesión de 122 países al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y afirmó que el galardón es "un mensaje muy fuerte a los estados de que deben sumarse y abandonar las armas nucleares".
"Estamos en un momento crucial, el riesgo de guerra nuclear está otra vez en la agenda, con la posibilidad de asesinar a civiles de forma discriminada, con amenazas por parte de Estados Unidos y de Corea del Norte. Esto debe acabar, y el premio respalda esa posición", afirmó Fihn.
El ganador del año pasado fue el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por su esfuerzo para acabar con la guerra civil de 50 años en su país y el acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Este año habían sido nominados al galardón 215 personas y 103 organizaciones, la segunda mayor cifra de la historia de los Nobel.