Un estudio de The Happiness Research Institute concluye que en solo una semana, las personas que dejan de utilizar Facebook se sienten más felices y menos preocupadas. Los encargados del estudio dividieron en dos grupos a los 1095 usuarios que participaron: a los miembros de uno les pidieron que no se conectasen a Facebook durante siete días; el resto –el grupo de control– continuó utilizándolo como hacía habitualmente. Durante ese tiempo se midieron estados de ánimo como la felicidad, la tristeza, la preocupación, el enfado, el entusiasmo y el sentimiento de soledad y depresión. En el último día del experimento, los investigadores les preguntaron cómo se sentían y los cambios resultaron evidentes: los que habían dejado de utilizar la red social admitieron sentirse más felices. Además de los sentimientos positivos, notaron un incremento en su actividad social cara a cara y menos dificultad para concentrarse. También tuvieron la sensación de que a lo largo de esos siete días habían desperdiciado menos su tiempo.