Los lectores de m2 saben que en la ciudad bonaerense de Chacabuco hay un grupo muy joven y muy activo de personas que piensan la ciudad, una de esas agradables sorpresas de la vida. Ciudad Creativa Observatorio de Chacabuco hizo el año pasado un notable encuentro sobre patrimonio con la idea de presentar la preservación como un elemento urbano esencial. Y este año, entre otras cosas, hizo una propuesta urgente sobre un problema urgente: el drástico aumento de los accidentes de tránsito en su comunidad, nada menos que un 34 por ciento. En lo que va del año, en este lugar de 40.000 habitantes hubo casi 300 accidentes serios, con 200 personas que fueron a parar al hospital y cinco que murieron. Lo que proponen los de Ciudad Creativa es un ejemplo de sentido común que puede servirnos a todos los que vivimos en ciudades.

En sus comportamientos cotidianos, Chacabuco ya es una ciudad aunque una que todavía tiene un ritmo tranquilo. Por eso no extraña que los 272 accidentes serios que hubo en este 2017 hasta el 24 de septiembre se reparten bastante parejos en horarios y días. De hecho, hay más accidentes de mañana y tarde, que de noche, lo que implica un tránsito constante. El parque automotor del lugar no para de crecer, con 1150 autos y 1476 motos patentados en los primeros nueve meses del año. Como en casi todo el país, llama la atención la gran cantidad de motos de toda cilindrada y de ciclomotores que se ven en las calles. Algo más de la cuarta parte de los accidentes graves fue entre autos y motos, un 18 por ciento de motos con algún objeto móvil o inmóvil -muchos perros, por caso- y casi un 13 por ciento entre autos. Repartida por toda esta ecuación está la gran cantidad de camiones pesados que circula por la grilla urbana. 

De las cinco muertes de este año, dos ocurrieron el mes pasado y en situaciones casi idénticas. Chacabuco tiene varias avenidas con un cantero central y aunque está prohibido, se gira a la izquierda muy seguido. Los dos muertos de septiembre cayeron del mismo modo, cuando sus motos se estrellaron contra autos que giraban a la izquierda. La ley nacional establece que no se puede girar a la izquierda en ninguna avenida de ningún tipo o fisonomía, a menos que haya un semáforo especial, pero la realidad física de las calles es más discutible. 

El informe revela que el 73 por ciento de los accidentes, 197 en total, ocurrieron en esquinas, lo que dice mucho de la situación. Hasta ahora, la reacción oficial fue clásica, con sanciones a los responsables y discusiones sobre más semáforos. Los de Ciudad Creativa proponen complejizar el tema un poco más y agregar un poco de planeamiento urbano. Por ejemplo, en Chacabuco no se reglamentó y por lo tanto no se implementó el Registro de Accidentes de Tránsito, ni tampoco hay un foro de seguridad vial, el tipo de entidad que resulta sorprendentemente útil en comunidades chicas, donde todavía se puede hablar cara a cara. No hay un scoring que además de multas limite la posibilidad de manejar de los infractores contumaces, y el hábito de andar sin casco es masivo. 

En el informe se propone articular esas herramientas y además hacer cosas como exhibir los vehículos accidentados, como un memento mori para educación general. Pero más ampliamente, también proponen repensar la organización del espacio vial. Por ejemplo, resincronizar los semáforos, crear la zona de motos adelante de los autos en los cruces, limitar la circulación de camiones y marcar claramente objetos peligrosos como volquetes y grandes tachos de basura. También se piensa en crear vías de velocidad limitada -hasta se podrían empedrar, solución infalible- y sobre todo despejar las esquinas, sacando todo lo que tape la línea de visión.

Como se ve, lo que se busca es cambiar el eje de la discusión para ver por qué ocurren los accidentes y cómo mejorar la situación vial. Por supuesto que siempre hay gente que no va a respetar reglamento alguno y sólo entiende el castigo o su auto en ruinas. Pero la mayoría de los accidentes de tránsito no ocurren en picadas o con irresponsables, lo que crea la responsabilidad de buscar soluciones de buena fe. Es uno de los temas de agenda permanente y una de las bases para el planeamiento urbano a largo plazo.