Luego de dos discos en los que desarrollaron un repertorio tanguero propio (y a los que consideran como responsables de su refundación), 34 Puñaladas volvió a posar la mirada en obras ajenas. Pero a diferencia del ejercicio que afrontaron a fines de los 90, cuando decidieron abordar tangos reos y lunfardos de autores de las décadas del 20 y 30 (y que se nuclearon en su debut, el elogiado Tangos carcelarios, de 2004), esta vez le dieron vuelo a reversiones de autores que, como ellos, hablan de estos tiempos. Con ese eje, después de sacarle brillo a su faceta autoral con Bombay Buenos Aires (2009) y Astiya (2014), el cuarteto bonaerense lanzó Las historias del humo, disco que esta noche a las 21.30 presentarán en El Aserradero (Montevideo 1518).
Publicado a comienzos de este año, el nuevo álbum de 34 Puñaladas reúne tangos originales de congéneres como la Orquesta Típica Fernández Fierro, la mendocina Victoria Di Raimondo y Acho Estol de La Chicana. La lista se amplía con un nexo al pasado inmediato ("Candombe para el que hasta ayer reía", de Tata Cedrón) y también a las generaciones que heredaron su mirada tanguera (como Hernán Cabrera de Ciudad Baigón, Guido Iacopetti de Sexteto Fantasma, Pablo Ciliberto de Agua Pesada o Sebastián De Mattei de La Petitera). Y hay, también, dos piezas que sorprenden por su origen: "La mitad" del power trío Acorazado Potemkin y "Porque hoy nací", obra creada por Javier Martínez en Manal.
"En este disco hacemos un recorte bastante amplio, porque hay contemporáneos como la Fernández Fierro o La Chicana, pero también hay una mirada atrás hacia el Tata Cedrón, como una especie de referente y como una especie de eslabón entre los clásicos y la generación nuestra. Y también mirando al futuro: creo que algo de lo que más satisfacción nos da, a poco de cumplir veinte años de trayectoria, es que se pudo consolidar una generación posterior que es muy talentosa y muy numerosa. Cuando empezamos éramos seis o siete grupos y ahora se ha federalizado. De hecho hace poco estuvo la Orquesta Utópica de Rosario tocando en el CAFF, donde nosotros también participamos, y ya vemos que todo este movimiento tiene una expansión", detalla Edgardo González, quien forma la línea de guitarras junto a Maximiliano Cortez y Juan Lorenzo en el quinteto que completan Lucas Ferrara en guitarrón y Alejandro Guyot en voz.
Con esa formación arrabalera, y previo a partir hacia Europa para actuar junto a la Sinfónica de Hamburgo, el grupo llegará hoy a la ciudad para presentar formalmente su último disco, sumando además una recorrida por otros momentos de una discografía que, según distingue el músico, encontró un punto de inflexión en Bombay...: "Ese disco fue como una refundación del grupo. Que no podría haber sucedido si no hubiese estado todo el recorrido anterior. Fuimos tomándonos tiempo para vivir cada etapa, primero como intérpretes, lo que significó aprender el género, conocer los secretos y a la vez construir un lenguaje, que pudimos consolidar a partir de la publicación de Bombay... y su correlato en Astiya. A partir de esos discos fue muy satisfactorio ver que muchos colegas respetaban las composiciones del grupo. No sólo eso, sino que empezó a circular este repertorio entre diversos intérpretes. Algo similar a lo que pasaba en la época dorada del tango, cuando muchos temas se convirtieron en clásicos porque, además de la belleza de la obra en sí misma, tuvieron varias versiones. Hay algo de retomar esa iniciativa, que a veces pensamos como una tercera etapa, que es la consolidación del repertorio. Las historias... es como un aporte a esa consolidación".