El juez Héctor Núñez Cartelle ordenó la prisión preventiva por 60 días de Adolfo G., acusado por una falsa amenaza de bomba a la sede local de Gobernación, el pasado 14 de septiembre. También se lo acusó por una serie de amenazas a la viuda de un abogado fallecido, a quien pertenecía el inmueble donde vive el acusado y de retención indebida de documentación. El fiscal Gustavo Ponce Asahad lo acusó del delito de "intimidación pública" y también por la tenencia de un arma de uso civil con aptitud para el disparo y sin licencia; y por al menos tres amenazas que hizo por teléfono y con notas anónimas manuscritas.

Cuatro celulares prácticamente obsoletos y una decena de chips fue lo secuestrado en la vivienda de Pellegrini al 6700, donde el miércoles fue arrestado G.. Ayer, el hombre llegó a la audiencia con los ojos rojos. Cuando el juez le permitió hablar, negó tener problemas con su vivienda y dijo que el abogado fallecido era amigo de sus padres y que le dejó ese lugar a él para vivir. Incluso, la defensa indicó que inició un juicio por usucapión.

A las 10.57 del 14 de septiembre pasado, una llamada que ingresó al 911 advirtió sobre la presencia de un "artefacto" en la sede de Gobernación, en Dorrego y Santa Fe. Según detalló el fiscal, la persona que llamó dijo tener conocimiento de ello porque era "familiar de policías" y "sabía que había un conflicto policial" con las últimas detenciones a efectivos de la fuerza, por diferentes causas judiciales que se sustanciaron el mes pasado. Además, dijo que se activó el protocolo, que se cortó la calle y se evacuó el edificio. "Generó temor", señaló el fiscal, quien adelantó que la semana que viene le imputará otros hechos al acusado, ya que también estaría implicado en llamadas a algunos de los establecimientos escolares donde hubo falsas amenazas en los últimos meses.

Ponce Asahad también le achacó haber hecho amenazas vía mensajes de texto, en 2015, a la viuda de un abogado cuyo estudio es ahora su vivienda. "Ya nos vamos a ver, no hace falta que me busques. Nosotros sabemos dónde encontrarte"; "Los conocemos y sabemos todo de ustedes. Ojo con lo que van a hacer, porque van a terminar mal. No hay más avisos", fueron algunos de los mensajes. También les dejó una nota manuscrita, con el mismo tenor.

La defensa negó que la voz que se escucha en la grabación del 911 por la falsa amenaza de bomba sea la de su cliente y consideró que no se trata de un hecho de amedrentamiento, sino de un simple aviso.

Para el juez, se trató de un hecho "de gravedad inusitada" y dictó la prisión preventiva del acusado de 56 años, hasta el 5 de diciembre próximo. En el transcurso de ese tiempo se realizarán tanto pericias dactilográficas como de voz.