El cineasta estadounidense William Friedkin, realizador de grandes clásicos como Contacto en Francia y El exorcista, aseguró ayer en el Festival de Sitges (Barcelona) que “el cine, tal como lo conocíamos en Estados Unidos, está muerto”. Friedkin, que recibió el Gran Premio Honorífico del certamen, explicó que “se ha pasado de una gran pantalla a ver cine en un teléfono inteligente”. Y aún fue más allá en sus críticas cuando dijo que “el cine de Hollywood consiste en hombres y mujeres que van volando, llevando máscaras y mallas. Igual, algún superhéroe tendría que venir a Cataluña y salvar el referéndum”, bromeó. A su juicio, “el cine de mi país son cómics y absoluta fantasía, con escasas excepciones. Las nuevas generaciones pueden ver Iron Man o Stupidman, pero para mí es como darle opio a los ojos”. Frente a este panorama, percibe que “aunque la televisión continúa con sus comedias y sus series de abogados y policías, ahora hay Netflix y Amazon, que ofrecen más oportunidades de producción que las propias compañías cinematográficas, que solo quieren asegurarse sus beneficios”. Respecto a sus futuros proyectos, dijo que está trabajando en una serie de TV basada en su película Killer Joe, pero con John Cusack en lugar de Matthew McConaughey como protagonista.