Desde la cúpula empresaria reclaman que el Gobierno avance con su reforma del mercado de trabajo. “Necesitamos leyes laborales que nos hagan competitivos en el mundo”, expresó ayer el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi. La demanda del directivo de la automotriz se suma a la realizada por el responsable de Mercado Libre, Marcos Galperín. La ambición de ambos CEO es una transformación de las regulaciones laborales similar a la flexibilización implementada en Brasil por el gobierno de Michel Temer. Eliminación de horas extra, inestabilidad en las horas de trabajo y su paga, restricciones para el acceso a la justicia laboral, menores responsabilidades del empleador frente a los accidentes de trabajo, reducción de horario de almuerzo y pago voluntario de la cuota sindical, son algunos de sus puntos explícitos de los cambios implementados en el país vecino. La Casa Rosada, sin embargo, repite que esos cambios no figuran en su agenda.
“Hoy tenemos un país serio, tras doce años donde fue una payasada total”, expresó Rattazzi al considerar que “estamos mejor imposible”. A pesar de las tensiones que enfrenta la industria automotriz ante la apertura comercial que facilita el ingreso de vehículos desde Brasil y, en menor medida, autos de lujo importados, para el empresario “todos los sectores están pum para arriba, salvo algunos poquitísimos que están empezando a levantar”. En Córdoba, el presidente de Fiat indicó que la reforma laboral debe ser amplia para que el país sea “competitivo con el mundo y no sólo con su socio Brasil”. Asimismo, Rattazzi indicó que los cambios deberían estar acompañados por una reforma tributaria que incluya la eliminación del impuesto a los ingresos brutos y el impuesto al cheque.
“La industria automotriz se está reactivando muy bien, porque Brasil se está reactivando y es el país donde va el 70 por ciento de nuestra producción. Un 15 por ciento va al mercado local y el otro 15 por ciento a otros países donde debemos incrementar la exportación”, consideró el empresario. A los reclamos de flexibilización y reducción de impuestos, Rattazzi sumó la liberalización comercial al sugerir “avanzar con el libre comercio en los países de Europa”. Al interior de las principales cámaras empresarias existe consenso sobre los beneficios para sus representados que arrojaría un nuevo proceso de flexibilización laboral en Argentina, pero no coinciden sobre la firma de un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Quienes lo cuestionan, industriales que producen bienes de consumo, advierten que el acuerdo impactaría sobre el empleo y las posibilidades de desarrollo de algunas industrias.